Roma deja a la dueña de Endesa en manos de un ejecutivo transformador

Cambios. Es lo primero que sugiere la llegada de Cattaneo, aunque aún es pronto para determinar hasta qué punto afectará al futuro de Endesa, de la que Enel controla algo más de un 70%. Por ahora, lo que sí se conoce ha sido la reacción de los mercados y no ha sido precisamente positiva, en especial para la empresa italiana. 

Sus acciones cayeron casi un 4% en la jornada del jueves, cuando trascendió la noticia del futuro nombramiento de Cattaneo como primer ejecutivo de Enel, acompañado en la presidencia por Paolo Scaroni, veterano empresario y actual presidente del club de fútbol AC Milán, del que fue propietario el exprimer ministro y magnate de los medios de comunicación, Silvio Berlusconi. 

Tras un frustrado intento de reacción, también cerró a la baja la siguiente sesión, con lo que acumula un descenso del 5%. Mientras, Endesa ha encadenado igualmente dos retrocesos consecutivos, saldados con una rebaja agregada en el precio de las acciones del 3,5%. 

Un elegido inesperado

La salida de Starace se daba por hecha tras la llegada de Giorgia Meloni al Gobierno pero casi también que el elegido para ocupar su lugar sería Stefano Donnarumma, actual consejero delegado de Terna (la compañía que gestiona la red de transporte eléctrico en Italia, equivalente a Redeia en España).

La sorpresa cayó a plomo también en Italia. Donnarumma contaba con el decidido apoyo de Matteo Salvini, líder de la Lega (anteriormente conocida como Lega Norte) y vicepresidente del Gobierno; sin embargo, se ha acabado imponiendo la idea del ministro de Desarrollo Econónico, Giancarlo Giorgetti, también de esta formación, aunque con un perfil algo más liberal. 

Renovables a salvo

La elección final de Cattaneo surgiere que la línea que el Gobierno de Meloni quiere para Enel no es precisamente continuista. Si por algo destaca Cattaneo como gestor es por su carácter transformador, que le lleva a obtener resultados en un plazo de tiempo reducido; eso sí, a base de imponer una línea dura y firme que no siempre ha sido bien entendida.

No obstante, a la hora de pensar en posibles impactos en el futuro de Endesa, la apuesta por las energías renovables, trasladada en los últimos años desde el giro hacia las inversiones ’verdes’ dado por Starace en Enel, queda al margen. 

Conocedor del sector

Cattaneo es un perfecto conocedor del sector eléctrico; no en vano, fue uno de los antecesores de Donnarumma como primer ejecutivo de Terna, aunque en los últimos años se ha ocupado del operador ferroviario Italo. 

Pero además, fue de los primeros en apostar con firmeza por las renovables y más concretamente por la fotovoltaica, cuando su desarrollo era mucho menor que en la actualidad.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas; y el presidente, Juan Sánchez-Calero / EP

Otra historia será el efecto en la estrategia que decida llevar a cabo para uno de los principales objetivos que se persigue con el cambio, como es una significativa reducción de la deuda de Enel, que en la actualidad se sitúa por encima de los 61.000 millones de euros. 

En un contexto incierto, especialmente desde el punto de vista energético por las derivadas de la guerra en Ucrania, con un proceso de subida de los tipos de interés que aún no parece haber tocado techo, la urgencia a la hora de sanear el balance de la empresa con participación pública es más que evidente.

Sintonía positiva

A favor de Cattaneo cuenta su dilatada experiencia en el mundo de los negocios, incluidos los que atañen a su propia fortuna personal. En gran parte gracias a la venta en su día de la participación del 5% que poseía en Italo al fondo GIP, el nuevo jefe de Enel cuenta con un ‘family office’ con algo más de 100 millones de euros de fondos propios.

En los últimos años, la sintonía entre Enel y Endesa ha sido positiva y ha salvado circunstancias complicadas como la marcha del antiguo presidente de la energética española, Borja Prado (actualmente, al frente de la filial española de Mediaset), sustanciada con un cambio en el modelo de gobernanza y la entrega de todo el poder ejecutivo al consejero delegado, José Bogas, que ha mantenido excelentes relaciones con Starace.

Revisión del plan

La empresa pública italiana mantiene su vigilancia sobre el balance de Endesa con la designación de la figura del director financiero, mientras que tras la salida de Prado la presidencia ha pasado a tener carácter no ejecutivo. 

Para finales de año está prevista la revisión del actual plan estratégico hasta 2025, que se pergeñó bajo el control del anterior consejero delegado de Enel. Será toda una prueba de fuego para comprobar si el eje Roma-Madrid continúa en buena sintonía.