Las claves políticas de la renovación frustrada de la Fira de Barcelona

La ruptura de consenso institucional ha dinamitado la renovación del órgano de gobierno de la Fira de Barcelona. Pero la abstención de la delegación socialista del Ayuntamiento de Barcelona en el consejo general de la Fira estaba cantada si se considera la falta de tacto con que se ha llevado a cabo la negociación. De las dos nuevas consejeras sometidas ayer a votación, Anna Schlegel y Laura Carnicero, tan solo fue respaldada la vicepresidenta de Seat.

Según fuentes consultadas por este medio, el supuesto acuerdo pregonado en enero entre el consistorio de la Ciudad Condal, la Cámara de Comercio de Barcelona y la Generalitat jamás fue real. A lo sumo, un principio de pacto indepe rubricado más bien entre ERC y la Cambra aprovechando su hermandad ideológica --la entidad de dinamización empresarial local está comandada por Mònica Roca, integrante de la lista independentista Eines de País--, movido por la urgencia del equipo cameral por dejar su huella en el consejo de administración de la Fira por si no retuviera el poder en las próximas elecciones camerales.

Nueva votación en breve

Pero este acuerdo no llegó a formalizarse con una parte de los representantes públicos, como se patentizó con el mutis de Núria Marín y Laia Bonet, que impidieron la actualización completa del órgano de gobierno. Órgano que mantendrá así un asiento caducado tras el no de los socialistas a la ejecutiva. Un interlocutor cercano a la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat era cristaliano ayer a última hora de la tarde: "No se ha consensuado ningún nombre".

Esta versión ha sido contradicha desde el entorno de la entidad cameral, que ha defendido la solidez del pacto. De hecho, se prevé que el consejo general que preside la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, convoque en breve una reunión extraordinaria en cuyo orden del día se halle una nueva votación de Schlegel. Este cónclave se agendará antes de julio, cuando estaba prevista de forma ordinaria la reunión de los representantes institucionales.

Anna Schlegel participa en las Jornadas del Círculo de Economía de 2022 / TWITTER (Círculo de Economía)

Búsqueda fallida de consenso

Por su parte, la Cámara de Barcelona no piensa moverse un ápice de su candidata. Tradicionalmente, la corporación de derecho público ha llevado la voz cantante en la elección de las figuras que llevan las riendas de la institución ferial. Fue precisamente Miquel Valls el que en una de sus últimas gestiones al frente de la Cambra propuso a Pau Relat como presidente del consejo de administración de la Fira, que concitó el apoyo del resto de Administraciones.

En esta ocasión, ha faltado finezza, escucha, voluntad de acuerdo entre todas las partes, según las voces consultadas. Tampoco ha contribuido la proximidad de las urnas, que han llevado al PSC a marcar perfil propio, ni la cacicada del nombramiento de David Poudevida al frente de Fira 2000, un exembajador del Govern y hombre fuerte de Oriol Junqueras sin apenas experiencia de gestión. Pese a que esta designación, impuesta de forma unilateral por la Consejería de Empresa, soliviantó por igual a la Cámara de Comercio de Barcelona y al Ayuntamiento de Barcelona y a la oposición socialista.

Schlegel, monolingüe

Aún hay otro fleco de la guerra abierta por el control de la Fira. Pese a la inmaculada trayectoria profesional de Schlegel en el sector tecnológico, algunos ribetes políticos de la directiva habían generado algún que otro resquemor. Y es que Schlegel jamás ha ocultado su sintonía con movimientos como Plataforma per la Llengua, la polémica entidad en favor del monolingüismo catalán de la cual es asesora y cuyas actividades ha alabado en público.

Tuit en que Plataforma per la Llengua celebra el apoyo de Anna Schlegel / TWITTER

Este posicionamiento desacomplejado de la candidata, que no empeña su capacidad de gestión, habría pesado también en el no del PSC. Ahora se abre un compás de espera hasta la celebración del nuevo encuentro extraordinario del consejo general, tiempo suficiente para limar asperezas y concitar el apoyo de todos los actores entorno a la ejecutiva.