Dos turistas observan varios cruceros atracados en Barcelona / EUROPA PRESS

Dos turistas observan varios cruceros atracados en Barcelona / EUROPA PRESS

Business

El estudio que desmonta la fobia a los cruceristas de los comunes

Los visitantes que desembarcan en Barcelona gastan más en la ciudad, consumen menos agua y generan el 8,4% de la tasa turística

13 abril, 2023 12:39

Desde que se hicieron con la alcaldía de Barcelona, los comunes han cargado contra el tráfico de cruceros. Las quejas sobre la masificación urbana y el escaso retorno económico de esta actividad han sido los principales argumentos esgrimidos por la formación política. Pero un estudio elaborado por dos docentes de la Universidad de Barcelona (UB) desmonta los tópicos entorno a esta modalidad turística.

Ni los cruceristas congestionan la capital ni su aportación económica es irrisoria. El análisis de Jordi Suriñach Esther Vayá apunta en dirección contraria: los visitantes que desembarcan en la Ciudad Condal contribuyen de forma significativa a las arcas públicas sin generar problemas de movilidad.

Recaudación de la tasa turística

En 2019, los cruceristas solo representaron el 4,1% de los turistas que recibió la capital, pero aportaron el 8,4% de la tasa turística gestionada por el gobierno local. Esto es, 1,2 millones de euros. Los profesores estiman que, si en 2023 y 2024 se conservara el mismo volumen de pasajeros, el importe gestionado por Barcelona y recaudado únicamente de los cruceristas se elevaría hasta el 13%, igual o por encima de los ocho milones de euros.

El impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos (IEET) o tasa turística se reparte al 50% entre ayuntamiento y Generalitat. Además, el consistorio cobra un recargo municipal a los cruceristas. Hay que tener en cuenta que el tramo del tributo aplicado a estos viajeros equivale a un alojamiento de cinco estrellas.

Dos cruceros en la terminal de cruceros del Puerto de Barcelona, visto desde el Puente de la Puerta de Europa / EP

Dos cruceros en la terminal de cruceros del Puerto de Barcelona, visto desde el Puente de la Puerta de Europa / EP

Más gasto y más taxi

Pero también es cierto que gastan 100 euros más al día que el resto de visitantes y que el 94% pernocta en hoteles. Asimismo, los cruceros contribuye a la desestacionalización del turismo porque no se concentra en verano, sino que se distribuye entre abril y noviembre con magnitudes similares.

Por otro lado, a la vista de los datos tampoco puede afirmarse que esta actividad sature la ciudad. En primer lugar, usan más el taxi que el transporte público. Además, en puntos de interés como el Zoo y el Tibidabo no se ha detectado una sobrerrepresentación de cruceristas. Ni siquiera en otros atractivos locales como el Park Güell o estaciones muy frecuentadas como Drassanes y Sagrada Familia estos turistas superan el 20% de usuarios.

A vueltas con el agua

En la presentación del estudio también ha participado el director de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) en España, Alfredo Serrano, quien ha arrojado luz sobre el uso del agua de la industria en el contexto de la sequía. El portavoz ha detallado que el 80% de los barcos que atracan en Barcelona se autoabastecen de agua, sin consumir recursos hídricos locales, y consumen de media 27 litros por persona frente a los 130 litros del resto de turistas.

Además, la misma proporción de buques tienen sistemas de tratamiento de aguas residuales homologables a las instalaciones terrestres. Serrano ha llamado a colaborar entre el sector privado y las Administraciones para "maximizar las ventajas del turismo de cruceros y minimizar las externalidades negativas que se pudieran identificar".