Jordi Rubiralta, presidente de WerfenLife, y la entrada de la sede central del grupo en Hospitalet del Llobregat (Barcelona) / FOTOMONTAJE DE CG

Jordi Rubiralta, presidente de WerfenLife, y la entrada de la sede central del grupo en Hospitalet del Llobregat (Barcelona) / FOTOMONTAJE DE CG

Business

Jordi Rubiralta, el extraño caso del inversor catalán que especuló con Fluidra

Al contrario que otras ilustres familias del territorio, el inmobiliario no se ha convertido en un socio estable del fabricante de piscinas, en el que entró con fuerza en el último trimestre de 2022

11 marzo, 2023 23:15

La presencia de Jordi Rubiralta entre los accionistas de referencia de Fluidra ha sido un sorprendente visto y no visto, en un valor como el fabricante de componentes para piscinas que cotiza en el Ibex 35, que no es precisamente pasto de la especulación. Tras su fulgurante aparición en la recta final de 2022, cuando se hizo con una posición del 5%, el máximo exponente de la pata inmobiliaria del negocio de los Rubiralta ha plegado velas y ha dejado de figurar en los registros oficiales. 

En atención a los precios de compra y de venta, no podría decirse que ha sido ni mucho menos un mal movimiento. La primera comunicación de Rubiralta como accionista significativo de Fluidra llegó en los últimos días de septiembre, cuando declaró una participación de algo más del 3%.

De capa caída

Por entonces, los títulos de la compañía que preside Eloi Planes arrastraba notables descensos que le convertían en uno de los peores valores del índice selectivo en 2022. En aquel momento, las acciones cotizaban levemente por encima de 16 euros, lo que valoraba el paquete de títulos declarado en un primer momento por Rubiralta en el entorno de los 100 millones de euros.

Sin embargo, apenas seis meses antes Fluidra se movía en el entorno de 28 euros por acción. En aquel momento, la guerra en Ucrania acababa de comenzar y las previsiones de una contienda corta hacían que los valores más afectados por la inflación y la crisis de suministros, como es el caso de la empresa fundada en Sabadell y afincada en Sant Cugat del Vallès, aun no recibieran el castigo que les esperaba durante los meses siguientes.

Hasta el 5%

En apenas cuatro semana, Rubiralta pasó del 3% al 5%, a precios aún más bajos, incluso inferiores a 15 euros, lo que le situaba a la altura de otros grandes patrimonios catalanes que, al margen de las cuatro familias fundadoras que se mantienen como socios de referencia (Planes, Garrigós, Serra Duffo y Corbera), han hecho de Fluidra una apuesta de largo plazo, como ha sido el caso de Puig y Godia.

Sin embargo, el hito que dinamitó a buen seguro la estrategia de Jordi Rubiralta fue el aviso que Fluidra lanzó al mercado días antes de publicar los resultados del tercer trimestre: los efectos de la invasión rusa de Ucrania en los precios de las materias primas y de la energía y la crisis de suministros obligaban a la compañía a revisar a la baja sus objetivos de ventas y resultado operativo para el conjunto del año. 

Minusvalías latentes

El ‘profit warning’, como se conoce en la jerga anglosajona de los mercados, provocó que el valor sufriera su segunda mayor caída de la última década en un sólo día y llevó el precio de la acción por debajo de 12 euros.

Por entonces, las minusvalías latentes que acumulaba Rubiralta en su incursión como socio de referencia de Fluidra se encontraban en el entorno de 40 millones de euros, suficiente para pensar que quizá no había sido el mejor momento para entrar en un valor, otrora convertido en una de las revelaciones del Ibex, en plena pandemia y con los grandes del selectivo de capa caída. 

Estabilidad

De ahí que el inversor no haya dejado escapar la oportunidad de una notable y rápida recuperación para plegar velas e iniciar el movimiento de retirada, incluso con algunas plusvalías

Desde finales de octubre, cuando emitió el ‘profit warning’, Fluidra ha rebotado un 50% y ha vuelto a cotizar en el entorno de 16 euros, en el que parece haber encontrado cierta estabilidad. Los resultados anuales que publicó a finales de febrero confirmaron que, al menos, había sido capaz de alcanzar los objetivos que había revisado a la baja. 

Fuera de los registros

No obstante, al mercado no pareció convencerle las guías de Fluidra para 2023, marcadas por la prudencia y la previsión de menores cifras de venta y beneficio operativo, que la compañía achacó a una “normalización” del sector tras años de ‘boom’ y a que durante el primer semestre aún se verá impactada por los efectos de la guerra en los stocks. 

Poco después de la publicación de las cuentas de 2022 y las previsiones del año en curso, Jordi Rubiralta vendió un nuevo paquete de acciones de Fluidra, de pequeño tamaño pero suficiente para traspasar en sentido descendente el umbral del 3% y desaparecer de los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como socio de referencia.