Salvador Illa, durante la entrevista con 'Crónica Global' / Luis Miguel Añón (CG)

Salvador Illa, durante la entrevista con 'Crónica Global' / Luis Miguel Añón (CG)

Business

Illa lideró la candidatura de Raül Blanco para Renfe tras su polémica marcha de Industria

La abrupta salida del antiguo número dos del departamento de Reyes Maroto fue vista en las filas del PSC como una injusticia

25 febrero, 2023 00:00

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha sido clave en la elección de Raül Blanco como sustituto de Isaías Táboas en la presidencia de Renfe, después de que éste se viera obligado a presentar su dimisión por la crisis surgida en la empresa pública y en el Ministerio de Transportes con motivo de los errores con los trenes de Cercanías de Asturias y Cantabria. 

El pasado lunes, tanto Táboas como la hasta entonces secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, comunicaron su renuncia a la ministra, Raquel Sánchez; apenas una horas después, el Gobierno trasladó a los medios que Blanco sería el elegido para liderar la operadora pública y que su nombramiento sería aprobado al día siguiente en la reunión del Consejo de Ministros.

Doble objetivo

Ante la deriva de los acontecimientos y consciente de que la crisis desatada en el Ministerio acabaría probablemente con la marcha forzosa de Táboas, el líder de los socialistas catalanes se movió con celeridad a la hora de proponer en Moncloa la elección de Blanco, destacado miembro de la ejecutiva del PSC y defenestrado a finales del pasado año como secretario general de Industria.

De esta forma, el también líder de la oposición en el Parlament mataba dos pájaros de un tiro. Por una parte, mantenía el notable peso de la formación en el ámbito de las grandes empresas públicas o con el Estado como primer accionista, jalonado por los cargos de presidentes que ocupan en la actualidad Maurici Lucena (Aena), Marc Murtra (Indra) y Jordi Hereu (Hispasat), a los que se unía Táboas.

Raúl Blanco, Secretario de Estado por el PSC / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

Raúl Blanco, Secretario de Estado por el PSC / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

Y por otro, contribuía a restañar una herida abierta en el PSC por lo sucedido con Blanco hace poco menos de dos meses. 

En las filas de la formación política, su abrupta salida del Ministerio de Industria fue vista como una injusticia contra quien fuera uno de los pesos pesados del departamento que aún lidera Reyes Maroto y que tal afrenta merecía ser resarcida.

Historia de un cese

Bien es cierto que sobre las espaldas de Blanco pese el pobre resultado del Perte del vehículo eléctrico conectado (VEC); sin embargo, no faltan quienes vieron en la maniobra de Maroto una decisión derivada de la designación contra su voluntad como candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid.

Como en su día relató Crónica Global, la labor de Blanco en esta operación fue valorada desde el resto de Administraciones implicadas e incluso desde el lado empresarial, aunque comparativamente hablando éste fue el más crítico, hasta el punto de que cuando Maroto decidió apartarle del Ministerio se llegó a hablar de presiones desde la industria del automóvil.

Llegada a Moncloa

Fuentes conocedoras de la situación apuntan que Illa estuvo siempre perfectamente informado sobre la situación en torno a la crisis los trenes, con lo que era consciente de que una rápida reacción sería muy bien recibida en el Gobierno para poder cerrar sin demora el desagradable episodio.

En el seno del PSC se guarda un prudente silencio sobre esta cuestión aunque en el partido son conscientes de que la maniobra es una prueba más del ascendente con el que cuenta Illa en el Gobierno central, del que formó parte al comienzo de la legislatura, en calidad de ministro de Sanidad.

Las citadas fuentes destacan que el primer secretario del partido ha puesto en valor también la labor de la exalcaldesa de Gavá al frente del Ministerio de Transportes siempre que ha tenido oportunidad, en los numerosos actos públicos y visitas que protagoniza como líder del PSC.

La crisis en el departamento arreció al trascender que los convoyes encargados para prestar el servicio de Cercanías en Asturias y Cantabria sobrepasaban las dimensiones máximas para atravesar diversos túneles existentes en el recorrido, que se desarrolla a través de la red del antiguo ferrocarril de vía estrecha. 

La polémica soliviantó a los gobiernos autonómicos afectados, hasta el punto de que la ministra Sánchez se comprometió con sus presidentes, Adrián Barbón (Asturias) y Miguel Ángel Revilla (Cantabria) a que el Ejecutivo central bonificara por completo el transporte de Cercanías en estos territorios hasta el año 2026, para compensar los nuevos retrasos que se producirían en la entrada en servicio de los nuevos trenes.