El primer ministro de Portugal, Antonio Costa (dcha.), junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / EP

El primer ministro de Portugal, Antonio Costa (dcha.), junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / EP

Business

Los inversores cambian España por Portugal: el diferencial bordea máximos históricos

Las positivas cifras macroeconómicas del país vecino, su atractiva fiscalidad y dinamismo laboral llevan a su prima de riesgo a alejarse cada vez más de la española

7 febrero, 2023 00:00

La firme apuesta inversora por la renta fija, al calor de nuevas subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europea (BCE), ha confirmado la preferencia de los inversores por Portugal, en detrimento de España, lo que se refleja en un distanciamiento en la prima de riesgo, que se sitúa en máximos históricos en favor de los bonos de referencia lusos, en torno a 20 puntos básicos. 

Ha pasado mucho tiempo desde que Portugal logró superar por primera vez tener una prima de riesgo inferior a la de España. En concreto fue en 2009 en plena primera fase la crisis financiera que más adelante, paradojas del destino, terminó con la economía lusa rescatada por la Unión Europea.

Lecciones aprendidas 

El país vecino parece haber aprendido aquella dura lección. Desde 2019 es frecuente que el diferencial de su bono a 10 años, el activo de referencia en el mercado secundario, respecto al bund alemán esté por debajo del español. Sin embargo, la distancia entre ambas estas magnitudes, empleadas para medir el riesgo de invertir en un país, nunca había ido tan lejos.

Los inversores están gratamente sorprendidos de cómo Portugal ha sido capaz de dejar atrás la situación sobrevenida por la pandemia. Con luces y sombras en la gestión sanitaria del coronavirus, lo cierto es que la economía lusa fue una de las que más creció en 2022 dentro de la Unión Europea, con un 6,7%, lo que supone 1,2 puntos por encima de la española, con el añadido de no haber registrado una caída tan abultada en 2020.

Es uno de los factores que explica que su producción ya esté por encima de la que registraba antes de la pandemia, una cuestión que el PIB español aún tiene pendiente. Pero no es el único. Portugal también ha llamado la atención de los mercados por contar con un mercado laboral notablemente dinámico y flexible.

Un elemento que le ha llevado a contar con una las tasas de desempleo más bajas la eurozona, con un escenario muy cercano al pleno empleo en la región que incluye la capital, Lisboa. 

Financiación más barata

En el arranque de 2023, mientras que la prima de riesgo de España no ha sido capaz de salir de la zona de los 100 puntos básicos, la de Portugal ha llegado a situarse en algunos tramos de la sesión de este lunes por debajo de 83.

La compra masiva de bonos lusos por parte de los inversores hace que la rentabilidad de su bono a largo plazo alcance el 3,1%, frente al 3,3% del bono español, que no despierta tanto interés como los activos a más corto plazo, como las letras. 

Reducir la deuda

De esta forma, la prima de riesgo de Portugal ya se sitúa 100 puntos por debajo de la de Italia, la tercera economía de la Unión Europea tras la salida de Reino Unido. Una ventaja que no hace mucho tiempo mantenía el bono español frente al italiano, cuya rentabilidad ya ha sido superada incluso por el bono griego.

Al margen del desempeño económico del país en los últimos años, el Gobierno portugués ha adquirido firmes compromisos para reducir la deuda pública, que está cumpliendo trimestre tras trimestres.

Acorta distancias con Francia

Los mercados han visto con buenos ojos que entre las medidas adoptadas para relanzar la economía tras el golpe propiciado por la pandemia se hayan registrado varias rebajas de impuestos, que han conferido al país de un atractivo fiscal hasta el punto de convertirlo en un polo de atracción para las inversiones. 

La reducción de los diferenciales ha hecho que Portugal acorte distancias con Francia, incluso por debajo de los 40 puntos básicos, cuando poco antes de la pandemia era más del doble. Francia es la segunda economía europea, sólo por detrás de Alemania, pero el rendimiento de su bono a diez años se encuentra por encima del de Países Bajos e incluso del de la sorprendente Irlanda.