Las hipotecas sufrirán en enero y febrero un último latigazo próximo a los cuatro puntos
La repreciación de los préstamos comenzará a moderarse en primavera, coincidiendo con la entrada en positivo del euríbor el pasado año
7 enero, 2023 00:00La cuesta de enero será algo más empinada para aquellos que tengan un préstamo hipotecario a tipo variable que se revise a lo largo de los dos primeros meses del año; será entonces cuando el diferencial del euríbor respecto al de doce meses antes alcance sus cotas más elevadas, que oscilará entre 3,8 y 4 puntos.
En esa proporción, más el porcentaje fijo que suele incluirse en este tipo de préstamos variarán las hipotecas durante los dos primeros meses de 2023. A partir de entonces, las alzas tenderán a ser algo más moderadas, aunque probablemente se mantengan por encima de los tres puntos, al menos hasta mediados del ejercicio que acaba de comenzar.
Acople de tiempos
El motivo por el que el inicio de año será más complicado para los hipotecados que tengan revisar sus préstamos en estas fechas radica en que el tipo al que se referencia la mayoría de este tipo de créditos no había iniciado aún la meteórica subida que posteriormente experimentaría, al calor de las intensas revisiones de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).
En concreto, el euríbor cerró enero de 2022 todavía claramente en terreno negativo, con una media del -0,477%, que contrasta con el 3,3% que se está registrando en los primeros días de enero de 2023. En el caso de que la tendencia al alza de este tipo se frenara y enero concluyera con una media similar, el diferencial se situaría al borde de los 3,8 puntos.
Hasta los 4 puntos
Para una hipoteca de 140.000 euros a 30 años y con un tipo fijo añadido al euríbor en torno al 1%, el incremento mensual de la cuota se iría algo por encima de los 270 euros.
Aunque ls evolución en febrero fue ya algo significativa, el euríbor aun permanecía en terreno negativo, con una media del -0,335% al cierre del mes; en función de la trayectoria alcista del tipo dentro de un mes, el diferencial podría alcanzar topes en el entorno de los cuatro puntos.
Etapa de moderación
Las estimaciones apuntan a que a partir de ese momento los diferenciales comiencen a moderarse, toda vez que el euríbor ya entró en terreno positivo en 2022 a partir del mes de abril, con una media del 0,013%, mientras que no se espera que avance mucho más hasta esa fecha en 2023, lo que contribuirá a ir estrechando el margen de las subidas hipotecarias.
El pasado años los grandes saltos se produjeron entre mayo y junio, con un avance de 0,56 puntos y, sobre todo, entre agosto y septiembre, cuando el euríbor avanzó casi un punto.
Por entonces, el BCE ya había aplicado la primera de las dos subidas de 75 puntos básicos en el precio oficial del dinero que decretó en 2022 para tratar de detener la subida de los precios. Para entonces, la repreciación de las hipotecas será sensiblemente más moderada, toda vez que el tipo de referencia ya de encuentra en sus máximos de los últimos 15 años y aunque se descuentan algunas subidas adicionales de tipos, también se prevé que sean más moderadas.
Este escenario se da poco después de que el Consejo de Ministros decretara una serie de medidas para facilitar a las renta más bajas el pago de su obligaciones hipotecarias dada la notable subida experimentada, especialmente a partir de la segunda mitad del año.
Al rescate de las rentas bajas
La solución, negociada durante meses con el sector financiero, va destinada principalmente a aquellos hipotecados con una renta inferior a 25.000 euros anuales, que tendrán la posibilidad de reestructurar el préstamo con una rebaja del tipo de interés sobre lo que ya refleja el código de buenas prácticas al que se adhirió la práctica totalidad de la banca en 2012 y un periodo de carencia de cinco años.
También se contempla una segunda refinanciación y la ampliación a dos años del plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda.
Código de buenas prácticas
Aquéllos que pese a ingresar menos de 25.000 euros no cumplan el requisito de haber aumentado un 50% el esfuerzo necesario para hacer frente al préstamo, como contempla el citado código, si podrán seguir acogidos a él pero con un menor tipo de interés, una carencia de dos años y una prolongación de hasta siete del plazo de amortización.
Además, se diseñó un nuevo código de buenas prácticas al que, en las semanas posteriores a su aprobación, se han unido la gran mayoría de entidades financieras. La adhesión es de carácter voluntario pero los bancos se verán obligados a cumplirlo en el caso de que den el sí.