Así es el ejecutivo que el Madrid ha fichado en el banco que comparte con el Barça

Marín es un perfecto conocedor del proyecto de la Superliga, dado que durante los últimos siete años ha ejercido como vicepresidente senior de Key Capital, la entidad financiera con la que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha trabajado codo con codo para alumbrar una competición que ponga en jaque la actual estructura de eventos deportivos de la UEFA. 

También con el Barça

En el desarrollo de lo que ahora se conoce como Superliga, Marín ha sido testigo de excepción desde el primer momento, dado que su incorporación a Key Capital se produce en 2015, el mismo año en el que Pérez comienza a darle forma al proyecto y encargar los primeros estudios sobre la viabilidad de la competición.

Se da la circunstancia de que Key Capital forma parte de las entidades con las que también ha comenzado a trabajar el Fútbol Club Barcelona, precisamente por consejo del presidente del Real Madrid, dado que ambos clubes, aunque rivales encarnizados en el terreno de juego, son aliados en el proyecto de la Superliga. 

La estructura del proyecto

Al nombre de Key Capital, que ha intervenido en algunas de las operaciones de venta de activos que la entidad azulgrana llevó a cabo el pasado verano para obtener ingresos con vistas a esquivar las pérdidas en sus cuentas e incrementar el límite salarial, se unen otros como Legends y su matriz, Sixth Street, que tomarán partido en los futuros negocios de explotación de recintos deportivos del Barcelona, como ya lo hacen en el caso del Real Madrid. 

La incorporación de Rodrigo Marín al organigrama del club merengue está íntimamente relacionada con un importante avance dentro de la estructura de la Superliga, como fue el reciente nombramiento de Bernd Reichart como consejero delegado de la sociedad A22 Sports Management, encargada de la gestión del proyecto. 

Nexo con A22 Sports Management

Procedente del ámbito de los medios de comunicación, con una larga trayectoria en el gigante alemán Bertelsmann, Reichart ha sido el encargado en los últimos meses de promocionar y vender la idea por determinados círculos, especialmente los financieros y mediáticos, así como de liderar los encuentros mantenidos con representantes de la UEFA y de la Asociación de Clubes Europeos (ECA), encabezada por el poderosísimo PSG y radicalmente opuesta a la Superliga. 

Hasta la llegada de Reichart, era precisamente Rodrigo Marín quien actuaba como cabeza visible de A22 Sports Management, cuya estructura societaria está radicada en Madrid, al igual que la de la Superliga y una filial de ésta destinada a gestionar los aspectos relacionados con el marketing. 

Sedes separadas

No obstante, estos dos bloques actúan de forma independiente, hasta el punto de que no comparten ni siquiera la sede social. La sociedades de la Superliga se ubican en un edificio de oficinas del barrio de Las Tablas, en la zona norte de Madrid, muy próxima al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, mientras que las de A22 Sports Management están situadas estratégicamente en el centro de la capital, en la llamada milla de oro, rodeada de oficinas donde se ubica buena parte de la banca de inversión.

Marín ostentaba el cargo de administrador único de A22 pero en calidad de representante de Key Capital. Tras la incorporación al proyecto de Reichart, la estructura de esta sociedad no se ha modificado pero el ejecutivo español ha dado el salto al club blanco, al que se ha incorporado hace escasos días. 

La recta final de año está siendo muy importante para la Superliga. A las recientes reuniones antes mencionadas se suma el pronunciamiento del abogado general de la Unión Europea sobre el caso que se dirime en el Tribunal de Justicia del organismo plurinacional para determinar si UEFA actúa en régimen de monopolio a la hora de organizar competiciones deportivas en el Viejo Continente, lo que contraviene el principio de libre competencia contemplado en los tratados de la Unión.

El dictamen no ha dejado un buen sabor de boca a los gestores del proyecto, dado que aunque reconoce el derecho a organizar competiciones de fútbol en Europa al margen de la UEFA, estima que éstas deben contar con la autorización de este organismo. No obstante, la opinión del abogado general de la UE no es vinculante, por lo que el propio Reichart ha señalado que es preferible pronunciarse tras conocer la sentencia, que se espera para el primer trimestre de 2023. 

Mejorar los ingresos

En el caso de que la justicia comunitaria se pronuncie a favor de los intereses de los clubes de la Superliga y dictaminara que UEFA no es la única que puede promover competiciones de fútbol en el Viejo Continente, todo apunta a que podría iniciarse una negociación entre ambas partes para tratar de alcanzar un acuerdo que, en todo caso, mejorara las condiciones económicas de la actual Champions League.

En este sentido, Florentino Pérez se mostró muy crítico con el rendimiento económico de las competiciones en las que participa el Real Madrid en lo que a gestión de derechos de TV se refiere, con ocasión de la asamblea de socios compromisarios celebrada a comienzos del pasado mes de octubre. 

Polémica con CVC

Aunque el mandatario madridista hizo más hincapié en la Liga española, también aludió a la competición europea. Precisamente, el hecho de que la venta de los derechos en España se haga de manera centralizada ha sido clave para que tanto el Real Madrid como el FC Barcelona (en este caso también con el apoyo del Athletic Club de Bilbao) se hayan opuesto al acuerdo de LaLiga con el fondo de CVC para cederle parte del negocio; los clubes han llevado el acuerdo a los tribunales al entender que la cesión al organismo que preside Javier Tebas de estos derechos no le capacita para negociar con ellos. 

A la espera de próximas novedades, los clubes más implicados en el proyecto de la Superliga siguen dando pasos para tener sus estructuras lo más preparadas posible.