El Consejo de Infraestructuras pide una reordenación masiva de los polígonos industriales

Cataluña cuenta 1.750 polígonos industriales con más de 32.000 hectáreas de superficie. Pero, ¿cuántos necesita realmente? En el último documento del Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña (Cadic), el órgano formado por contratistas, ingenieros y Foment del Treball propone la reordenación de estas áreas de actividad económica para avanzar hacia un modelo supramunicipal que permita mancomunar servicios y garantizar prestaciones acordes con las nuevas necesidades de las empresas.

La entidad insta a la Generalitat a liderar este proceso a través de la elaboración de planes directores urbanísticos en el territorio. Como ha expresado el vocal del Cadic, Ramon Arandes, los polígonos del área metropolitana de Barcelona no están infrautilizados, pero los de otras partes de Cataluña se hallan parcialmente en desuso y han terminado acogiendo otro tipo de actividades no industriales, como centros comerciales, discotecas y lugares de culto.

Polígonos pequeños y dispersos

El escenario podría describirse como un mosaico de pequeños polígonos desconectados entre sí --como ocurre en el espacio delimitado por Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels--, a menudo vacíos y degradados por las dificultades de gestión por parte de cada localidad. Esta saturación ajena a la planificación racional también lleva a que escaseen grandes parcelas, en ocasiones superiores a los 10.000 metros, que necesitan las empresas cuando crecen.

Por todo ello, el Consejo solicita una política activa que tenga por objeto maximizar el interés general en la ubicación de estas zonas. Como contrapartida, los ayuntamientos se beneficiarían de un mecanismo para la redistribución de impuestos, como ya ocurre con los municipios cercanos a una central nuclear.

Flexibilización normativa

Entre el resto de propuestas, el órgano consultivo también sugiere la especialización de estas áreas de actividad económica, lo que ayudaría por ejemplo a implantar medios de transporte y servicios avanzados en telecomunicaciones, así como la potenciación de actividades complementarias en un mismo lugar para clústeres sectoriales.

Todas estas medidas, recogidas en el decálogo del documento, tiene como finalidad potenciar la competitividad empresarial, para lo cual se considera necesario aplicar una mayor flexibilización normativa. El Cadic nació en 2017 como una iniciativa de la Asociación Catalana de Empresas de Ingeniería y Consultoría (ASINCA), la Cámara Oficial de Contratistas de Obras de Cataluña (CCOC), Foment del Treball y la Fundació Cercle d'Infraestructures.