Los estanqueros cargan contra la subasta del Gobierno: "Nos lleva a un modelo de peor calidad"
La macroconcesión privilegia las ofertas económicas en vez de las propuestas técnicas y llega justo cuando el sector pide renegociar los márgenes de venta
27 septiembre, 2022 00:00La macrosubasta de 203 estancos del Gobierno sigue trayendo cola. No solo por la saturación de nuevas licencias en localidades como La Jonquera y El Pertús (Els Límits), sino porque el sector teme que el modelo de adjudicación diseñado vaya en detrimento de la calidad de la futura red comercial. Además, la decisión llega cuando se intentan renegociar los márgenes de negocio inalterados desde la publicación de la ley de ordenación del mercado de tabacos de 1998. En concreto, del 8,5% por el tabaco y el 9% por los puros.
Como explica Joaquim Vidal, abogado especialista en derecho del tabaco y asesor del Gremio de Estanqueros de Girona, "en los últimos 20 años se había seguido un sistema de concurso de méritos que priorizaba las propuestas técnicas y requisitos personales antes que la oferta económica de los solicitantes".
Precios "desorbitados"
Una sistemática invertida en esta ocasión, puesto que el procedimiento que se pondrá en marcha en octubre antepondrá las pujas de dinero. Hasta la fecha solo se pagaba una tasa única para hacerse con una licencia, además de un canon anual durante los años de explotación de la expendeduría. "El nuevo sistema nos lleva a una red comercial de peor calidad", incide el letrado.
"Antes de esta subasta, cuando un estanquero se jubilaba la autorización se ponía a transmisión y se podía comprar la credencial por un determinado valor tras cumplir una tramitación farragosa", relata Vidal. ¿Por qué se ha cambiado el proceso? El colectivo considera que puede haber un afán recaudatorio tras la medida, ya que las subastas "hincharán de forma desorbitada" los precios de los estancos de nueva creación, como incide el especialista.
Saturación en La Jonquera
Lo mismo opina David Juanuix, presidente del Gremio de Estanqueros de Girona, que afea la falta de diálogo del Gobierno. Pese a matizar que el lanzamiento de la subasta es importante para garantizar el servicio en aquellos pueblos y ciudades sin suficiente cobertura, indica que "nos han sorprendido muchísimo decisiones como la de poner 10 estancos en la frontera".
"Son 10 estancos sobre una población muy pequeña como la de La Jonquera contando que ya hay siete. Es un poco aberrante", ha afirmado. Como informó este medio, la voluntad del Ejecutivo central es instalar expendedurías a solo 25 metros de distancia mínima entre ellas, forzando la interpretación de un decreto de 1999 sobre la materia.
El sector pide información
Tanto el gremio gerundense como el Gremio de Estanqueros de Cataluña han reclamado a Hacienda los informes técnicos que justifican el reparto geográfico de las autorizaciones. Pero Juanuix reconoce que "no saben bajo qué concepto" se ha orquestado la subasta, en la que descuellan errores como la concesión de otro local en Vilablareix porque los técnicos del Ministerio no se percataron de que en el Perelló, núcleo adscrito al pueblo, ya había uno.
A nivel autonómico, el gremio reúne a 400 asociados. Como se queja su portavoz Juan Lorenzo Martín, el Gobierno no ha tenido en cuenta los ruegos de la asociación, que además tampoco ha visto reflejados significativamente sus aportaciones a la nueva normativa que se prevé que entre en vigor el próximo año. También forma parte de esta negociación el ensanchamiento de lo que perciben sobre la cajetilla los estanqueros. Actualmente, el 80% se va en tributos, el 11,5% en la cadena de valor (agricultor, marquista, distribuidor) y el 8,5%, en el vendedor.
¿Afán recaudatorio?
"Nos tienen escondidos cuando suponemos la tercera o cuarta fuente de ingresos vía impuestos. Esperamos que el nuevo sistema no sea solo una táctica del Gobierno para recaudar más dinero", lamenta. Las voces consultadas también advierten de que la caja generada por los estancos cerca de Francia, en La Jonquera pero también en puntos como Les (Lleida) o Irún (Navarra), no es comparable a la de negocios en territorios menos calientes.
En los enclaves fronterizos, la facturación en temporada alta de algunos propietarios puede llegar al millón de euros, según otras fuentes. Pero como explica Vidal, muchos autónomos viven la situación opuesta y se ven obligados a complementar sus ventas de picadura, cigarrillos y puros con otras actividades. "Hay estancos compartidos incluso con carnicerías o panaderías en zonas donde la venta solo de tabaco no es tan rentable", precisa.
Debate sobre los márgenes
Si bien el canal secundario ayuda a ensanchar las cuentas de resultados, tampoco es la panacea. Este canal incluye la distribución de tabaco en el canal horeca, gasolineras y también en grandes superficies. Precisamente, en este último segmento es donde se registra la parte del león de la facturación en La Jonquera--.
En este caso, los interesados deben comprar el tabaco a un estanquero local, aunque éste lo comercializa por el mismo precio de venta directa al público. Es el tercer operador quien aplica un recargo que paga el bolsillo del consumidor, pero que no percibe el estanquero. De ahí que se quieran revisar los márgenes de negocio fijados en la norma de 1998. Ese será el próximo caballo de batalla del sector.