Entraron y salieron. Los grandes grupos de construcción o gestión de infraestructuras y servicios como Acciona y Ferrovial han liquidado sus negocios sanitarios por la falta de rentabilidad, como consigna el concurso de transporte sanitario de Aragón, donde un grupo de exdirectivos del conglomerado que dirige José Manuel Entrecanales pugna por el contrato de ambulancias de 127 millones de euros, como avanzó este medio.
Lo detallan fuentes del sector sanitario, que constatan que la licitación de Aragón "es el último clavo en el ataúd de las divisiones de healthcare de grandes firmas como Acciona, Ferrovial o, en el pasado, la constructora Isolux Corsán". Ejecutivos consultados por este medio detallan que grandes empresas trataron de entrar en el negocio del transporte de pacientes atraídas por el gran volumen de dinero público --solo el concurso de Cataluña de 2015, por ejemplo, movió 1.000 millones de euros--, pero "han terminado desinvirtiendo porque no es rentable".
"Aportaba poco 'ebitda'"
Un directivo del sector conocedor de estos movimientos recuerda que en el caso de Acciona, la división recibió un fuerte impacto por la pandemia del coronavirus. Eso sí, era un negocio que llegó a facturar más que otros del grupo, como el "handling o el rail". Pero no es suficiente. "La sanitaria era una división con muchísimo personal, miles de trabajadores, y luego su aportación al ebitda [o beneficio bruto] era del dos o el tres por ciento", señala.
Por ello, la cotizada se está retirando de este campo, como ya lo hizo Ferrovial, que en octubre de 2021 culminó la venta de su división Servicios a Portobello por 186 millones de euros, comunicó la firma. Eso sí, retiene un 25% que no le ha ahorrado críticas en Cataluña por su mejorable contribución a la gestión del teléfono 061 de emergencias o al contrato de rastreo de casos de coronavirus, que resolvió la Consejería de Salud ante las críticas casi unánimes del estamento médico.
"Se centran en las actividades 'core'"
Los movimientos de los grandes operadores del sector en la sanidad tienen otra derivada: la desinversión los resitúa en los negocios nucleares. "Los sectores de energías renovables, limpieza, mantenimiento o gestión de infraestructuras vuelven a ser los focos principales, pues los gestores han descubierto que la sanidad es muy intensiva en recursos humanos y, por ende, devenga escaso margen". "Sin contar con que fueron ellos mismos los que, en muchos casos, pujaron a la baja con las instituciones, hundiendo los presupuestos", avisa otro alto cargo del sector.
Por todo ello, Acciona, Ferrovial u otros grandes grupos llevan meses colocando sus sectores healthcare, aunque en ningún caso se plasma mejor esa tendencia que en Aragón, donde los exresponsables de esta división de compañía de los Entrecanales son los que quieren heredar el servicio de ambulancias urgentes de su antigua empresa. Eso sí, los grandes titanes no están en retirada total, sino en retracción paulatina. "Se estan vendiendo los negocios por partes o por demarcaciones geográficas", deslizan las fuentes consultadas.
"La pandemia ha truncado la venta"
De hecho, otro directivo recuerda que esa venta al ralentí tiene también que ver con las condiciones del entorno. "No es fácil encontrar a inversores interesados en entrar en el healthcare tras la pandemia del coronavirus, pues la enfermedad ha ajustado aún más los márgenes", explican. Ello provocaría que los conglomerados estén teniendo alguna dificultad en retirarse del negocio sanitario, como pretendían.
Hay otro factor, y es que los compradores deben ser especialistas en el campo. O ficharlos. "El transporte de pacientes, por ejemplo, requiere de mucho expertise, mucha experiencia. Si no lo tienes, serás incapaz de armar la operativa, que funcione con eficiencia y sacarle algo de rendimiento", indican. Es, de hecho, algo que le está pasando a uno de los players históricos del sector, Ambulancias Egara, desde que lo heredaron directivos del juego vinculado a David Madí que no tienen ninguna relación con la salud. Se han multiplicado las sanciones y los conflictos allí donde operan, a diferencia de la gestión anterior, que pilotaba la familia Simón, que sí conocía el negocio a fondo.
"Ya le pasó a Isolux"
Desde el sector sanitario se entona un yo ya lo avisé. Un histórico directivo vinculado a la patronal sanitaria recuerda a los poderosos conglomerados --que ahora han dejado paso a los fondos de inversión-- que "el transporte sanitario mueve mucho dinero, lo que lo hace atractivo, pero genera muy pocos márgenes". Por ello, avisa a los interesados de que su tamaño, en este caso, importa. "Una empresa con 20 o 100 trabajadores puede controlar costes y estar en break even o beneficio. Pero un grupo con 1.500 o 2.000 técnicos sanitarios verá como se le disparan los costes y, además, como se le montan problemas sindicales", explica. Ello hace que Acciona o Ferrovial, razona, hayan fracasado en su intento de conquistar las ambulancias en España. Los casos más evidentes son los de Aragón o la Rioja, respectivamente.
No es algo nuevo. Isolux Corsán ya operó el transporte sanitario en Madrid hace unos años, y trató de expandirse a Murcia. "Fue en balde. No lo logró, y eso que muchos ya advertían de que una constructora no tiene la experiencia necesaria", apostilla. Por ello, desde la industria ponen una nota de prudencia y emplazan a "no dejarse llevar por las grandes cifras de facturación. Hay que mirar lo que realmente se gana, que es muy poco".