Lío por las concesiones en el puerto más pijo de Sitges

En declaraciones a Crónica Global, los afectados denuncian los incumplimientos que estaría cometiendo la mercantil en la regularización de arrendamientos de amarres, pisos y locales. Aseguran que tan solo se les ha dado un plazo de cuatro meses --ya agotado-- para renovar todos los acuerdos, a su vez que lamentan la marca de inversión y el estado de degradación progresiva que sufre la marina. 

Nueva concesión con la Generalitat de Cataluña 

Los nuevos contratos surgen después de que la Generalitat de Cataluña haya renovado por un plazo de 19 años el contrato a Port Sitges por los derechos de explotación del puerto después de que finalizara la primera concesión. A fecha 28 de febrero, habían vencido los 50 años estipulados en un primer momento.

Según la empresa, en el nuevo acuerdo alcanzado con el gobierno autonómico, la explotadora adquiere el compromiso de realizar importantes obras e inversiones por valor de 20 millones de euros. Si bien, los vecinos señalan que el plan de gestión presentado a Ports todavía no ha sido aprobado. 

Hablan los vecinos 

Víctor Torrent, presidente de la asociación de vecinos del Puerto, avanza que el caso se encuentra en manos abogados. De hecho, aclara, que en la prórroga que Port Sitges ha acordado con el gobierno catalán, está reconocido e incluido el derecho de uso de sus títulos. Ello obligaría a la mercantil a respetar el estado en que se encuentran.

Además, Torrent destapa a Crónica Global las coacciones que sufren los 130 afectados por parte de la arrendataria que tiene como director general a Albert Bertrán, también presidente de la Asociación Catalana de Puertos Deportivos y Turísticos (ACPET): "Intentamos pagar los recibos de la comunidad, pero nos salen todos devueltos. Así, en caso de ir a juicio podrían alegar que no estamos al corriente de pago", revela. 

Un referente del litoral catalán 

A su vez, remarca que la única intención de la empresa es alquilar el total de las casi 200 viviendas y locales ubicados en la marina. "Muchas de estas concesiones fueron firmadas en las décadas de los 80 y los 90. En ellas queda establecida también la concesión administrativa y de sus posibles prorrogas, como es el caso", apostilla. 

El puerto de Aiguadolç de Sitges se construyó entre 1972 y 1975. Dispone de 742 amarres, además de una amplia oferta gastronómica y de ocio convirtiéndose en todo un referente en el litoral catalán. Hoy fuentes del entorno apuntan a que se postula como uno de los enclaves para ser subsede la Copa América 2024 que se celebrará en Barcelona.