El Banco Central Europeo (BCE), presionado por la inflación para subir tipos / EP

El Banco Central Europeo (BCE), presionado por la inflación para subir tipos / EP

Business

Las empresas revisarán sus planes ante la falta de concreción del BCE

La primera subida de tipos de interés en 11 años del organismo emisor no sólo no logra despejar las dudas del mercado sino que genera más incertidumbre

22 julio, 2022 00:00

La reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) que ha puesto fin a 11 largos años sin subidas de los tipos de interés en la zona euro no ha deparado demasiadas sorpresas en cuanto a la decisión del organismo emisor, pero sí ha dejado demasiadas dudas en torno a un horizonte económico que comenzaba a estar mucho más abierto tras superar lo peor de la pandemia y que ahora vuelve a presentar muchos elementos de incertidumbre que van a obligar a las empresas a revisar planes a la vuelta del verano.

Ni siquiera llegó a sorprender del todo el hecho de que la primera subida de tipos después de todo este tiempo fuera de 50 puntos básicos, dada la intensidad con la que ha evolucionado la inflación en los últimos meses, en especial desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Firmeza 

De hecho, los rumores apuntaban a un movimiento de esta intensidad y el organismo emisor los confirmó en todos sus extremos. La reacción inicial de las bolsas no se hizo esperar, hasta el punto de que el Ibex 35 llegó a anotarse avances superiores al punto porcentual minutos después de conocerse la decisión a través de un comunicado.

Un movimiento que no se correspondería con un alza de tipos al uso, dado el encarecimiento de la financiación a la hora de llevar a cabo inversiones. El primer mensaje que llegó hasta el mercado fue la firmeza que está dispuesta a emplear el BCE a la hora de afrontar el desbocado comportamiento de los precios. 

Sin embargo, los números verdes no tardaron en teñirse de rojo, a medida que se conocían más detalles sobre la decisión del organismo y, especialmente, las incertidumbres que dejaba acerca de la evolución futura de la economía en el conjunto de países que comparten la moneda única.

“De alguna manera, un subida más moderada hubiera podido lanzar un cierto mensaje de tranquilidad a los inversores y despejar los temores a una futura recesión de la que hace tiempo que se habla. Pero, por otro lado, el hecho de que haya sido uno de los últimos bancos centrales en mover ficha le ha llevado a recuperar algo del tiempo perdido”, apuntan desde un banco de inversión internacional.

Sin despejar dudas

Lo que no ha dejado tranquilo a prácticamente nadie ha sido el hecho de que el BCE haya hablado en su comunicado de nuevas subidas en las próximas reuniones sin concretar si será con la misma intensidad ni si se producirán de forma inmediata, a la espera del comportamiento que puedan mostrar los precios en las próximas semanas. 

Pero, con todo, lo que más lagunas ha dejado entre los inversores ha sido lo referente al mecanismo de protección que el emisor ya anunció para evitar que las alzas de tipos provocaran distorsiones entre las primas de riesgo de los miembros de la Unión Europea Monetaria.

La incertidumbre de la pandemia

El BCE no ha arrojado detalles acerca de la duración del mecanismo ni tampoco ha especificado la cantidad con la que estará dotado. En la posterior rueda de prensa, los responsables de la institución con sede en Francfort tampoco han arrojado demasiada luz, más allá de advertir de que no se trata de una sistema a la carta y que no será aplicable a aquellos miembros que no respeten los procedimientos de déficit excesivo.

La pandemia extendió un manto de incertidumbre en torno a la evolución de la economía mundial que hizo que las empresas apenas pudieran elaborar planes de contingencia debido a la escasa visibilidad sobre el futuro con la que contaban.

Temores de recesión 

La rápida recuperación despejó el panorama de una forma notable, con lo que las grandes corporaciones pudieron comenzar a desarrollar sus estrategia o, al fin, aprobar aquellas que quedaron interrumpidas de forma abrupta por la pandemia.

Una tendencia interrumpida por el inicio de la guerra en Ucrania y, especialmente, por el hecho de que su duración esté siendo mucho más larga de lo esperado. Así las cosas, el horizonte se ha vuelto a nublar, los temores a un frenazo brusco de la recuperación e incluso a una recesión han cobrado fuerza y los bruscos movimientos de los bancos centrales para tratar de controlar la inflación han vuelto a bajar las persianas.

Revisión

“Si inversores y gestores buscaban en el movimiento del BCE una forma de despejar dudas sobre la evolución de la economía en un futuro inmediato, la decepción ha sido grande; en las últimas semanas, las empresas comienzan a prepararse para empezar a tomar decisiones a partir de la vuelta del verano porque el hecho de no poder tener una visión de largo alcance obliga a revisar a, cuanto menos, poner en revisión algunos grandes números”.

La reacción también ha sido muy tibia en los mercados de renta fija. Incluso, las primas de riesgo de países como Francia, España y Portugal han experimentado algunos leves repuntes, en un movimiento que ya se inició hace algunas semanas, como apuntó esta semana Crónica Global, dado que el anuncio del BCE data de hace más de un mes. A falta de mensaje convincente, la corrección artificial llegará con las primeras compras de bonos.