El precio de la vivienda se dispara por el ‘boom’ de ventas

En Cataluña, el metro cuadrado se encareció un 1% en abril hasta alcanzar su nivel más alto desde septiembre de 2008, según datos de Idealista. En Barcelona, el alza ha sido inferior y los precios aún están por debajo del récord --que en la capital catalana se alcanzó en 2018--, ya que "la reducción del stock de vivienda disponible no ha sido tan marcado como en otros mercados de perfil similar como Madrid", según Francisco Iñareta, portavoz del portal inmobiliario.

Subidas del 8% en Tarragona

Idealista atribuye esta inesperada disponibilidad de oferta de vivienda en venta en la Ciudad Condal a "la ya anulada legislación de control de precios", que "posiblemente" ha provocado que "muchas viviendas que naturalmente hubieran terminado en el mercado de alquiler han acabado en el de venta". "Es posible que esta tendencia se mantenga", prevé Iñareta pensando en los próximos meses, que intuye marcados todavía por una "elevada" inflación.

Ello incentivará las inversiones inmobiliarias como valor refugio, por más que "puede restar operaciones de reposición", es decir, las que se producen cuando un propietario vende su casa para comprar otra. Más allá de Barcelona, los incrementos de precios más grandes se están produciendo en zonas como Tarragona, donde han subido el 7,6% en el último año, según datos de los colegios de Registradores y de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria; o en algunos segmentos como el residencial de lujo.

Un barrio residencial en Estados Unidos / EFE

El lujo se dispara

"Las propiedades prime se han revalorizado y, de hecho, ahora nosotros estamos con un incremento de precios", señala Victoria González, directora de Captaciones en Barcelona de la agencia de lujo Lucas Fox. "El año pasado, la media estaría sobre el millón y poco, y ahora estaremos sobre el millón y medio", subraya.

Como causas, la directiva apunta a "la falta de obra nueva", que "hace que los precios de la vivienda de segunda mano suban", y se remite a las previsiones de los constructores catalanes, que creen que la demanda doblará la oferta en los próximos años. "Esta situación provocará esta subida de precios", reafirma González, que alerta además que todo ello se verá agravado por la crisis de suministros global, la subida del petróleo, del gas y de las materias primas, la inflación en general y el mayor coste de vida.

Los inversores buscan seguridad

"Los precios están subiendo porque no hay producto", confirma Joan Lluís Marigot, director de Engel & Völkers en Costa Brava Sur. "Los propietarios lo ven y suben los precios", aunque "no una barbaridad, porque ya estaban bastante elevados". El cambio de tendencia también se nota al negociar precio, ya que antes se recibían ofertas a la baja de hasta un 20% del valor del inmueble por parte de los posibles compradores, mientras que ahora rondan el 5%.

A ello hay que añadir que "se ha encarecido la construcción" y que "la demanda no está bajando". Además, Marigot recuerda que "cuando hay una guerra, el dinero es temeroso", por lo que se buscan activos seguros, como viviendas caras ubicadas en primera línea de mar: no son las que suelen experimentar subidas de valor más fuertes --excepto en situaciones como la actual--, pero comportan menos riesgos.

Prueba de ello es el éxito reciente de inversiones en propiedades prime como las de Colonial o Tander. En cuanto al mercado general, tanto las transacciones como los precios siguen en cotas elevadas, aunque hay una cuestión que cada vez genera más preocupación: cómo reaccionará el comprador a unas hipotecas más caras. De momento, apresurándose a comprar para aprovechar lo que se percibe como una oportunidad histórica para financiar a bajo coste cambios de residencia o inversiones para protegerse de las turbulencias de la compleja coyuntura actual.