Sede de Triodos Bank en Países Bajos / EUROPA PRESS

Sede de Triodos Bank en Países Bajos / EUROPA PRESS

Business

Triodos Bank confirma que sacará sus 'preferentes' al mercado y enerva a sus clientes

Los usuarios consideran que la entidad ha cambiado las reglas del juego a media partida con un producto complejo y estiman que su precio de "desplomará" en el nuevo escenario

28 febrero, 2022 00:00

Triodos Bank, la entidad que se presenta a sí misma como un referente europeo en banca ética y sostenible, se mantiene firme en una operación que ha encendido las alarmas de los clientes españoles. En las próximas semanas sacará al mercado los denominados Certificados de Depósitos de Acciones (CDA), unos productos financieros complejo con similitudes a las preferentes que existían hace años en nuestro país, tal y como describen los afectados. Hasta la fecha, la entidad neerlandesa controlaba el precio del intercambio de este papel porque regulaba las compraventas en un mercado interno, pero en los próximos días lo llevará a un Sistema Multilateral de Negociación (SMN). Es decir, la evolución de los precios estará ligada al apetito inversor, cuestión que los usuarios de España consideran que es un cambio en las reglas del juego a mitad de la partida. 

Así lo confirman los portavoces de Triodos a preguntas de este medio. Las quejas de los clientes no se limitan a España, se repiten por toda Europa. Todos recelan de lo mismo: que las participaciones en las que invirtieron antes de la pandemia pierdan su valor. Se remarca que en el momento de comprar CDA dejaron claro que no se asumía el riesgo de ir a un mercado similar al bursátil al que, al final, se ven empujados. Ahora, temen perder los ahorros allí depositados. 

“Engañados y decepcionados”

“La gente se siente engañada y decepcionada”, asegura el abogado Òscar Serrano, el letrado que solo en la última semana ha atendido en el despacho de Colectivo Ronda a una cuarentena de afectados y espera recibir a otros tantos más en los próximos días. Aunque la entidad niega cualquier similitud con el escándalo de las preferentes que tuvo lugar en España, los defensores de los clientes sostienen que los productos presentan “similitudes extraordinarias”.

Colectivo Ronda detalla que en ambos casos el conflicto parte de unas participaciones que remiten de forma directa al capital de la empresa que, a diferencia de lo que sucede con las acciones bursátiles clásicas, no cotizan en mercados de valores regulados. Es decir, no otorgan derechos políticos ni de participación en la gestión de la compañía a los tenedores, la contraparte de los títulos que están en el parqué tradicional.

Las participaciones están remuneradas por un interés fijo o variable que viene determinado por el volumen de la participación de cada cliente particular. En Triodos, para recuperar el valor de la inversión inicial, los CDA se podían vender en un mercado interno y regulado por la propia entidad que garantizaba el precio. Sin embargo, el escenario ha cambiado de una forma que tildan de "abrupta".

Pérdidas y descuentos

El banco neerlandés ha cerrado el mercado y, desde hace meses, no acepta órdenes de compra ni de venta. Por el momento, aquellas personas que hayan invertido en CDA no tienen ninguna forma de recuperar su dinero. La única alternativa que ofrece la banca ética es sacar estos productos financieros al Sistema Multilateral de Negociación. Es decir, no da ninguna garantía de cuál será el precio final del papel porque eso depende de lo que alguien esté dispuesto a pagar por él. 

“La entidad organizaba el mercado para que no hubiera especulación. Ahora, lanza a los cliente a otro sistema en el que el precio viene pautado por el libre mercado, lo que supondrá pérdidas o descuentos muy grandes”, afirma Serrano. Más, en un momento en el que "miles de personas en toda Europa quieren vender las participaciones en las que invirtieron" por el cambio en el procedimiento de salida del producto financiero. 

Se escudan en la pandemia

Triodos manifiesta que la naturaleza de los CDA es la de “un producto de inversión, y no de ahorro” y aseguran que los clientes fueron correctamente informados de sus características durante el proceso de contratación, la clave de las demandas que se preparan en todo el territorio. Cabe recordar que la justicia determinó que la banca debía reembolsar la inversión inicial íntegra a sus clientes en el caso de las preferentes porque consideró que era un producto tan complejo que estos no entendían las condiciones y no se habían explicado de forma clara y sencilla qué riesgo implicaba adquirirlas. Solo en casos concretos en los que se podía acreditar el conocimiento financiero de un cliente no se devolvió el dinero. 

A preguntas de si es ético modificar las reglas del juego a mitad de la partida, la entidad alega que “el sistema de comercialización anterior había llegado a su límite por los cambios sociales y económicos, agravados por la pandemia”. Serrano tilda esta modificación de "maniobra de dudosa ética, pero legal". Apunta a cuál será el argumento que se esgrimirá en los contenciosos: la entidad no habría sido lo suficientemente clara a la hora de explicar los riesgos reales durante la contratación de estos productos financieros complejos. Por eso, en las demandas que presentarán en las próximas semanas alegarán un error vicio del consentimiento y solicitarán la nulidad y devolución de la inversión para los afectados.

Clientes minoristas ahorradores

La mayoría de los afectados son pequeños clientes minoristas que confiaron en Triodos por sus valores. Se contarían por miles en países como España, Francia y Bélgica. Todos ellos “pusieron sus ahorros en un proyecto de banca ética que prometía tener un impacto positivo en la sociedad y por su compromiso con los proyectos no especulativos y sostenibles”, subraya el letrado.

El banco incide en que la decisión de optar ahora por sacar las participaciones al libre mercado no está reñida con sus valores éticos y remarca que este nuevo modelo “les permitirá continuar con la misión de financiar únicamente iniciativas y empresas de la economía real con valor social, ambiental o cultural”.

El banco reconoce los riesgos

Triodos reconoce que son “conscientes del deseo de algunos titulares de hacer líquida toda o parte de su inversión” y recomiendan esperar a que el precio de comercialización se recupere. Para avanzar esta realidad, anuncian el inicio de un programa de recompra restringida de CDA hasta un importe de 14,4 millones de euros.

Una de las afectadas, que realizó dos adquisiciones de estos títulos --la primera en 2013 y la segunda en 2017-- confirma este extremo. Esta mujer, que pide no comunicar su nombre, puso en manos de Triodos parte de sus ahorros y de los fondos procedentes de la venta de una propiedad familiar por "la buena imagen que proyectaba, por su apariencia de seriedad y de banca ética". Ahora, dice, solo le permiten vender un máximo de 2.000 euros en participaciones, pero a un precio menor del que las compró. “Perdería dinero, la opción que me dan es venderlas a un precio 30% menor que cuando invertí”.

No disponen de los ahorros

Asegura que tiene en su poder un documento que se le habría entregado en el momento de firmar la compra de CDA y que recoge que puede vender las participaciones siempre que haya un posible comprador, algo que considera que no se cumple en el escenario actual. “Es todo muy oscuro y están en juego parte de mis ahorros”, lamenta. La afectada, que no descarta emprender acciones legales contra el banco, espera con incertidumbre a la próxima junta de accionistas, prevista para marzo. “A partir de ahí tomaré una decisión, pero somos muchos los afectados”, sentencia.

Serrano, a su vez, teme que los afectados no puedan disponer de su dinero por un periodo mínimo de tres años --desde 2020, cuando el banco cerró el mercado interno, hasta 2023, cuando previsiblemente empezarán a emitirse las primeras sentencias firmes en los juzgados de primer instancia--. Mientras tanto, miles de afectados, sumidos en una ratonera similar a la de las preferentes, continúan con sus ahorros congelados y temen que, si el banco no recula, se queden con las manos vacías.