El recibo de la luz vuelve a subir en abril, después de dos meses de bajadas

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El mercado eléctrico contempla precios elevados hasta 2024

La fuerte corrección que se prevé para la primavera de 2022 no evitará que los consumidores tarden dos años más en recuperar los precios que pagaban antes de que se disparasen

12 noviembre, 2021 00:00

Los elevados precios de la electricidad han llegado para quedarse. Al menos, hasta 2024. Estas son las señales que envían tanto los mercados de futuros como las previsiones de expertos, que coinciden en augurar una notable moderación de las cotas actuales pero, al mismo tiempo, una estabilización en entornos próximos a los 100 euros por megawatio/hora (Mw/h) durante largo tiempo.

Es decir, al menos hasta bien entrado 2024 el mercado no prevé la vuelta a los precios que se registraban en los últimos años de la pasada década, antes de que se produjera el fenómeno inflacionista que ha disparado el coste de la electricidad hasta límites desconocidos hasta la fecha.

Desescalada lenta

Después de que el precio en el mercado mayorista alcanzara un máximo de 288 euros y se registraran casi dos semanas consecutivas con el precio medio por encima de la cota de 200 euros, las cifras se han moderado, aunque actualmente triplican las que solían registrarse antes de que comenzara la recuperación de la crisis del Covid-19.

Y precisamente esa va a ser la tendencia para los próximos trimestres. Los precios irán moderándose de forma paulatina pero a cada descenso seguirá un periodo de consolidación que hará la desescalada inflacionista particularmente lenta.

Estabilidad por encima de 100 euros

En este sentido, el comportamiento de los futuros en el mercado mayorista hace buenas las previsiones del Gobierno en torno a una nítida moderación de los actuales precios a partir del segundo trimestre de 2022. Sin embargo, eso no implicará que la tendencia a la baja vaya a tener continuidad en el corto plazo.

“A partir de la próxima primavera, el mercado registrará precios en torno a los 100 euros por MW/h, muy por debajo de los que se dan actualmente, pero será difícil que de ahí a final de año se produzcan nuevos recortes. Al menos, esa es la tendencia que apuntan los futuros”, asegura un operador del mercado.

Torres de electricidad, a través de las cuales llega el fluido eléctrico. Luz / CG

Torres de electricidad, a través de las cuales llega el fluido eléctrico. Luz / CG

La difícil promesa de Sánchez

La fuente establece un paralelismo con el escenario que se da en la actualidad respecto a que “los precios de los últimos días son bastante inferiores a los que teníamos hace apenas tres semanas pero se han estabilizado entre 150 y 185 euros por MW/h, que no dejan de ser cifras desorbitadas”.

De modo que difícilmente podrá cumplirse la predicción del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando auguró que el consumidor pagaría por el recibo eléctrico en el conjunto del año una cifra similar a la del ejercicio 2018.

Cierto alivio

Al margen del primer trimestre de 2022, para el se prevén aún precios muy altos, en una época de elevada demanda, en especial si se cumplen las previsiones que apuntan a nuevas tormentas del estilo de “Filomena”, lo más probable es que durante los nueve meses restantes se sitúe durante muchos días por debajo de 100 euros.

Pero, al mismo tiempo, tampoco resulta probable que se aleje demasiado de la citada cota. “Los consumidores notarán un considerable alivio pero no dejarán de pagar el doble o algo más de lo que solían abonar durante los años 2018 y 2019”, señala un consultor del sector.

Vuelta al escenario previo

Las estimaciones para 2023 hablan también de un descenso muy tendido de los precios, que se instalarán en zonas de entre 65 y 80 euros por MW/h.

De este modo, no será hasta el año siguiente cuando se retome el escenario de los últimos años previos a la pandemia, en los que el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista marcó unas medias de entre 40 y 50 euros por MW/h.

Panorama distinto

En aquellos años, las variaciones se asociaban al ritmo del desarrollo de la red de instalaciones renovables así como a las circunstancias climatológicas, que hacían que su producción fuera más o menos elevada y, del mismo modo, su contribución a abaratar el pool.

Aquellos tiempos pasaron a mejor vida y todo apunta a que tardarán en volver. Para esas fechas se espera un incremento de la demanda, en función de cómo evolucione el proceso de descarbonización de la economía y la electrificación de elementos como la movilidad y la actividad de muchas empresas y negocios.