Imagen de una panadería de la cadena 365 en Barcelona / CG

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Barcelona renuncia a limitar los 'fast food' de la panadería

El ayuntamiento descarta poner orden a la proliferación de estos comercios de bajo coste por falta de consenso; el Gremi de Restauració denunció intrusismo

3 noviembre, 2021 00:00

En un cajón. El Ayuntamiento de Barcelona renuncia, por ahora, a aprobar una nueva normativa que ponga orden a la proliferación de panaderías de bajo coste de, entre otros, Granier, Vivari o 365. El gobierno municipal ha enfriado un proyecto de regulación, pese a que el Gremi de Restauració ha denunciado históricamente competencia desleal por parte de estos actores. 

Han informado de ello fuentes del sector turístico que precisan que el bipartito que forman Barcelona en Comú y PSC tanteó aprobar una nueva regulación municipal para poner orden al fenómeno, una auténtica eclosión de panaderías low cost. Operan con una licencia de despacho de pan con degustación, lo que les faculta a trabajar con muchos menos permisos --y cargas impositivas-- que los bares y restaurantes al uso. 

Sin consenso

No podrá ser. No habrá regulación, pues no hay consenso entre patronales de distintos ámbitos y sindicatos. Oficialmente, un portavoz municipal ha indicado que "no hay novedades" en este asunto. 

Lo cierto es que sí las hay, insisten fuentes del sector vacacional. El ayuntamiento sondeó a todo el sector para regular la degustación en la Ciudad Condal, pero no ha podido ser. El desacuerdo entre organizaciones empresariales y sindicatos lo ha impedido, por ahora

El Gremi denunció "bares encubiertos"

Las dificultades para poner orden --y coto-- a la conquista de los barrios por parte de marcas de panaderías como Granier, Vivari y 365 llega pese a que el Gremi de Restauració de Barcelona alertó hace dos años que muchos de estos comercios operan como "bares encubiertos". 

La organización empresarial, que ahora ha preferido no comentar la situación, advirtió en noviembre de 2019 de que las panaderías con degustación incumplen la ordenanza aplicable de forma sistemática. Asimismo, consiguen hacer competencia desleal al vulnerar el convenio de hostelería --se acogen al de hornos de pan, con peores condiciones laborales-- y esquivan impuestos e inspecciones que bares y restaurante sí soportan.

'Low cost'

Esa menor carga les permite vender pan y café barato. Lo recuerdan las fuentes consultadas por este medio, señalando que los Graniers, tal y como denominan en referencia a una de las marcas con mayor número de establecimientos, logran vender almuerzos a precio de chollo recortando costes laborales y de licencia. "Alguna gente quiere tomar café y cruasán por 1,20 euros, pero debería ser consciente de lo que hay detrás de ese precio", insisten. 

De hecho, tanto Restauració como el Gremi de Flequers llevan años poniendo de relieve las carencias en el sector de las panaderías. Lo cierto es que no solo han proliferado, sino que también incumplen de forma sistemática las ordenanzas municipales. 

Menos de 20 metros cuadrados

Entre lo que se vulnera, figura por ejemplo la limitación del espacio de degustación a 20 metros cuadrados, la prohibición de venta de alcohol o la de vender especialidades que no se correspondan a la licencia en vigor. 

La falta de control a las panaderías fantasma contrasta con el afán fiscalizador a bares y restaurantes y, en ocasiones, a las terrazas de los establecimientos. El Ayuntamiento de Barcelona multó 1.173 veladores desde que permitiera su ampliación en mayo de 2020, avanzó Ara a principios de octubre. De forma global, la Administración local llevó a cabo 2.465 inspecciones e incoó 2.151 expedientes.