Abre en Barcelona el primer gimnasio inteligente de España

Lo cuenta Javier Beltrán, fundador de RockFit, una empresa emergente que ha entrado en el programa de acompañamiento de firmas jóvenes del Ayuntamiento de Barcelona. Se presentó en la última edición del 4YFN, un evento vinculado al Mobile World Congress (MWC). "Nuestra propuesta son programas de entrenamiento personalizados para cada persona que cambian cada día", avanza el emprendedor. 

"El juego mejora contigo"

Según Beltrán, RockFit se apoya en centros de juego con diferentes actividades, como los locales de crossfit que han proliferado por todo el país. "La diferencia es que tienes sensores que tienen luces y que van marcando el camino para que pienses la estrategia, en mejorar y hacer el camino más rápido. No es un entrenamiento, es un híbrido entre escape rooms y gimnasios", sugiere. 

Así, una pared de escalada indicará al deportista por dónde trepar por medio de pilotos que se encienden y se apagan. Y cada vez se lo pondrá más difícil para mejorar el rendimiento de la persona. ¿Qué más hay? "Cuerdas, ascensores como los de los bomberos, escaleras, redes, presas de escalada, escalada con palos, rampas o círculos de luces. Cada uno con actividades cambiantes para ejercitar los trenes superior e inferior y el equilibrio. Se puede modular para hacer hincapié en unas competencias concretas", precisa el directivo. 

Inteligencia artificial

RockFit se desmarca del concepto de gimnasio y propone la idea de "centros de juego". La está puliendo con Barcelona Activa y el Catalan Sports Cluster para dar con el modelo de negocio ideal para escalarlo. Piensa en comercializar los juegos para que, después, otros emprendedores los abran como franquicias o los centros deportivos los incorporen a sus instalaciones. 

Antes, la startup ha llegado a un acuerdo con el departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir) para pulir las cuestiones relativas a la mejora continua del juego. "Queremos lograr una adaptación del juego a tiempo real para maximizar el desempeño del atleta", admite Beltrán. Por ahora, no obstante, están "aprendiendo". 

A pie de Fira de Barcelona

Ese aprendizaje lo hará RockFit desde la Fira de Barcelona, donde acaba de abrir su primer gimnasio inteligente. Ocupa dos plantas del Espai Serrahima, donde el chef Ferran Adrià regentaba El Bulliab. Allí, la startup ha dinamiza la economía local, y creará "un mínimo de tres empleos en forma de entrenadores personales" más el equipo de datos y tecnología. 

El centro comparte nave con un coworking, por lo que la propuesta de la joven empresa es que los usuarios "acudan a entrenar antes o después del trabajo, y lo hagan en el mismo sitio". Desde este lugar, también, Rockfit, financiada ahora con una ronda conocida como triple f --allegados, amigos y afines el emprendedor-- busca ganar penetración de mercado. Cree haber acudido a la ciudad ideal. "Barcelona es una meca de la escalada y una ciudad de tecnología. La gente viene y prueba, les gusta. Creemos que se consolidará", apostilla su creador.