Amancio Ortega moviliza 2.000 millones para sofocar la crisis Covid en sus negocios
El empresario contrata un crédito recíproco entre su sociedad cabecera y su inmobiliaria para asegurar las inversiones
11 septiembre, 2021 00:00La primera fortuna de España y una de las mayores del mundo, Amancio Ortega, no tiene inmunidad contra la crisis. La solidez de su posición financiera no ha sido óbice para que el fundador y accionista mayoritario de Inditex haya tenido que echar mano de mecanismos de liquidez para asegurar sus inversiones, al menos mientras la economía completa su recuperación. En el caso del empresario afincado en Galicia, el montante de la maniobra asciende a 2.000 millones de euros.
Para llevarlo a cabo, Ortega ha prescindido de los bancos, como es habitual en sus actividades financieras. El modo de proceder ha sido suscribir un préstamo recíproco entre Pontegadea, su principal sociedad instrumental para canalizar las inversiones, y su filial inmobiliaria por la cantidad citada.
Impacto en el negocio inmobiliario
Se trata de un mecanismo poco habitual en sociedades mercantiles, más propio de entidades financieras e incluso, más allá, hasta de bancos centrales. El objetivo es asegurar la liquidez de los participantes en determinadas situaciones de riesgo y asegurar así la disposición de recursos para llevar a cabo inversiones.
Para establecer este mecanismo, Ortega ha recurrido a sus dos sociedades con mayor tamaño, Pontegadea Inversiones y Pontegadea Inmobiliaria. Sin embargo, la participación de esta última también resulta especialmente significativa por el impacto que ha tenido la situación económica generada por el Covid-19 en su balance.
Revisión en libros
Al cierre de 2020, la valoración de la imponente cartera inmobiliaria del dueño de Zara sufrió una corrección de algo más de un 7%, traducida a unos 1.100 millones de euros en términos absolutos, hasta situarse levemente por encima de 14.000 millones.
Sin embargo, mayor aún ha sido el efecto recogido en el valor en libros de Pontegadea Inmobiliaria, es decir, en la cantidad en la que el holding de Ortega valora la inversión en su filial. En este caso, la revisión a la baja fue de algo más del 21%, una diferencia en términos absolutos de unos 1.850 millones de euros.
Control de riesgos
Ha sido éste el principal impacto negativo de la crisis en las finanzas de Ortega, junto al considerable descenso de los beneficios de su holding, lógica consecuencia del recorte registrado por su principal fuente de ingresos --los dividendos de Inditex-- en la que mantiene una participación próxima al 60% desde la salida a bolsa de la empresa, de la que el pasado mayo se cumplieron veinte años.
Con un patrimonio neto de 13.000 millones de euros y una posición de deuda que no llega a los 300 millones, la situación financiera de la principal sociedad de Amancio Ortega es más que envidiable. Sin embargo, el hecho de que recurriera al mecanismo de liquidez a través del crédito recíproco, descrito en las últimas cuentas presentadas por Pontegadea ante el Registro, habla a las claras tanto de la magnitud de la crisis como del severo control de riesgos que el accionista mayoritario de Inditex introduce en su entramado inversor.
Medida temporal
Se trata en cualquier caso de una medida con carácter temporal, como prueba el hecho de que la duración del crédito, que se contrató coincidiendo con el cierre del pasado ejercicio, es de un año, aunque cabe la posibilidad de prorrogarlo. De esta forma, Ortega cubre también el riesgo de que los efectos nocivos de la pandemia en la economía se prolonguen más de lo esperado.
Precisamente, en 2021 se han producido algunos cambios significativos en la cartera de inversiones del empresario, cuya fortuna personal está valorada por Bloomberg en unos 75.000 millones de dólares (algo más de 63.000 millones de euros).
Nuevas inversiones
El dueño de Zara ha vendido, junto a Telefónica, su participación en Telxius, filial de la operadora, que le ha proporcionado unas plusvalías próximas a los 340 millones de euros. Ortega invirtió 380 millones en adquirir un 10% de Telxius a mediados de 2018, aunque el valor en libros de la inversión había sido revisado al alza, hasta los 436 millones de euros.
Al poco de cerrarse definitivamente esta operación, que fue pactada por Telefónica con la estadounidense ATC a finales de 2020, el fundador de Inditex compró un 5% del capital de Red Eléctrica y un 12% de REN, la empresa pública análoga en Portugal.
Apuesta conservadora
Una apuesta conservadora, por empresas con actividades reguladas y con cifras de negocios muy previsibles, propicias para inversores con muy pocas ganas de sobresaltos.
Precisamente, lo más indicado para el actual escenario, que aparece aún rodeado de incertidumbre pese a los avances con la vacunación y a las cifras que apuntan a un repliegue de los contagios.