La economía catalana rompe moldes con el motor de las exportaciones
La recuperación cobra un mayor ritmo a partir del sector exterior y del consumo interno, a la espera de que no haya otras variantes de la pandemia
2 agosto, 2021 00:00Una recuperación sólida y con un fuerte ritmo, gracias a la fuerte demanda del sector exterior. La apertura de la economía catalana posibilita que el empuje del resto del mundo incida con mayor velocidad. Las exportaciones hasta el mes de mayo marcan un punto de inflexión y suponen un aumento del 4,3% respecto a 2019. Es decir, se supera la etapa prepandemia, mientras que en el capítulo de las importaciones el margen todavía es grande y marca un 10,5% menos que antes del Covid-19.
Son los bienes de consumo los que tiran de esas exportaciones, con un alza del 1,4% respecto al mismo mes de hace dos años. La Cámara de Comercio de Barcelona sostiene, en sus previsiones, que 2021 acabará con un aumento de las exportaciones del 12,4%, y del 11,8% respecto a las importaciones, con el convencimiento de que el crecimiento económico será mayor en la segunda parte del año.
Ahorro y consumo de los hogares
Esas cifras vienen corroboradas por los datos que ya ha arrojado el INE en relación al crecimiento del PIB en el segundo trimestre del año, con un aumento del 2,8%, lo que supone el mejor segundo trimestre de toda la serie histórica, que arranca en 1970. Y supera todas las previsiones de los distintos organismos de análisis. Es un rebote de la economía que, en gran medida, está basado, en el conjunto de España, en el consumo de los hogares, que crece el 6,6%.
En el caso de la economía catalana, con una previsión de crecimiento del 6,3% según la Cámara de Comercio para 2021, otro de los grandes motores es, precisamente, el consumo. Los cálculos dejan un incremento para este año del 5,6%, debido en gran medida al ahorro realizado a lo largo el año pasado. Uno de los sectores que experimentan un claro aumento es la automoción, con un mayor número de coches matriculados, pero que también evidencia la dimensión de la crisis. En junio hubo un avance respecto a mayo del 2,7%. Pero la caída acumulada de enero a junio respecto al mismo periodo en 2019 es del 41,7%. El camino para llegar a ese nivel es todavía largo. Otra cosa es el gasto en grandes superficies y también en pequeños comercios, que ha experimentado una clara subida.
La recuperación es “sólida y estructural”, en palabras del economista Joan Ramon Rovira, jefe del gabinete de estudios de la Cámara de Comercio. Mientras que el economista Gonzalo Bernardos apunta a un crecimiento mayor de lo esperado en función de los datos finales que arroje el turismo. Esas oscilaciones podrían permitir un crecimiento algo por encima del 6%, o quedar muy cerca del 7%.
Confianza empresarial
Esas cifras frías de subidas del PIB, que serían similares en 2022, señalan, sin embargo, que se podría alcanzar el mismo nivel anterior a la pandemia del Covid a finales de 2022. Nada que ver, por tanto, con la crisis de 2008, cuando el PIB perdido durante todos esos años solo se alcanzó a partir de 2015.
Uno de los datos que manejan los economistas con más mimo es el de la inversión. Muestra la confianza de los empresarios y la idea de que a medio plazo se puede generar un mayor crecimiento. Y la inversión, en el amplio análisis de coyuntura de la Cámara de Comercio, puede subir el 7,1% en 2021.
Aunque siempre con cautela, y en función de que no se produzcan nuevas variantes del virus del Covid, que obliguen a cerrar en parte la economía, otro de los indicadores que señalan esa recuperación sólida es el sector industrial. La previsión es que crezca el 6,4% en 2021. Y todo está relacionado con el empuje internacional, a partir de la fuerza de Estados Unidos que, a su vez, anima la economía europea con dos grandes pilares que son esenciales para Cataluña y el resto de España: Alemania y Francia.
Construcción, otra vez
Uno de los factores internos, asociados históricamente a la economía catalana, es la construcción. Se trata de un sector que experimenta una mayor recuperación que el resto, con una previsión de crecimiento del 8,7% para 2021, con nuevas viviendas. Los cálculos señalan que todo el sector recuperará el nivel previo a la pandemia a finales de este año.
La mayor incertidumbre se centra en el sector servicios, cuya previsión de crecimiento es del 6,1% para 2021. Dependerá del propio comportamiento de la pandemia a lo largo de este verano, y de las restricciones que se puedan tomar por parte de la Administración. El punto clave es, de nuevo, el turismo. Bernardos insiste en ello. Son muchas décimas de PIB que dependen de ese factor, con la idea, eso sí, de que los últimos meses del año pueden ser determinantes para encarar 2022 con el convencimiento de que se puede dejar atrás la enorme contracción de la economía que provocó el virus en 2020, con una pérdida de PIB para toda España del 10,8%, algo nunca visto.