Pulso de Foment para desbloquear la ampliación del aeropuerto del Prat
La patronal exige a AENA, Generalitat y ayuntamientos que pacten antes de julio la prolongación de la tercera pista de aterrizaje
13 mayo, 2021 12:36Foment del Treball ha urgido a AENA, la Generalitat de Cataluña y el tejido local que desbloqueen antes de julio la ampliación del aeropuerto del Prat. El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, ha apelado a la responsabilidad de todas las Administraciones implicadas y se ha ofrecido como mediador para alcanzar un gran acuerdo institucional. Llibre ha reconocido que ya ha contactado con miembros del operador aeroportuario, del Govern y de los ayuntamientos limítrofes, así como con otros agentes empresariales, para sacar adelante la operación.
“Los empresarios queremos que nuestra voz se escuche. Reivindicamos el espíritu del 4 de marzo para no perder una oportunidad que convierta el aeropuerto de Barcelona en un hub aeroportuario”, ha manifestado el portavoz de la patronal, en alusión a la manifestación patronal que exigió el fin de la violencia callejera en Cataluña.
Beneficios económicos
La prolongación de la tercera pista unos 500 metros sobre los humedales de La Ricarda ha provocado división en el territorio. Tanto el Govern como algunos ayuntamientos de la zona, como Barcelona y El Prat de Llobregat, ambos gobernados por los comunes, se han posicionado en contra de la operación tanto por motivos ambientalistas como de prioridad económica.
Foment ha contrapuesto estas reticencias con los beneficios que la nueva infraestructura aportaría a la economía catalana. Llibre ha recordado que, según las previsiones de AENA, el proyecto generaría una ocupación directa de más de 83.000 puestos de trabajo y 350.000 entre empleos directos e indirectos. Además, la inversión aumentará el PIB catalán en más de dos puntos, que pasaría del 6,8 al 8,9% en la región.
Aumento de la capacidad
La pista de aterrizaje --así como otra terminal satélite contemplada en el plan-- también permitiría aumentar la capacidad de pasajeros de 56 millones a 70 millones al año. Sin embargo, esta reconversión no ha obtenido la aprobación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha amenazado con vetar el empleo de fondos europeos para la ampliación. Tampoco los consistorios de Castelldefels, Gavà, Viladecans, Sant Boi de Llobregat y Cornellà comparten la agenda de AENA.
Llibre ha llamado a dejar atrás las declaraciones políticas y buscar un pacto entre todos los sectores que dé cauce a una inversión que permita al aeropuerto mejorar su operativa. Con todo, Joaquim Llansó, vicepresidente de la patronal, ha reconocido que la Unión Europea debe apoyar una operación que se ejecutará sobre un área ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) dentro de la red Natura 2000. Sin la luz verde de la Comisión Europea, no se podrán acometer las obras. Fuentes del sector apuntan a un plan de compensación ecológico para trasladar y ganar metros de zona protegida en otro espacio que no afectase a la infraestructura, un plan que podría contar con el sí de Bruselas ya que se habría aprobado en otros territorios comunitarios.
Futuro lejos de Barcelona
"El visto bueno lo debe dar la Unión Europea, pero debe quedar claro que se trata de la última ampliación que admite el aeropuerto de Barcelona desde un punto de vista técnico", ha manifestado Llansó. De hecho, el vicepresidente ha apuntado que el futuro aeroportuario de Barcelona pasa por desplazar las nuevas instalaciones lejos de la conurbación de la capital catalana, tal y como ocurre en otras ciudades como París y Londres.
La irrupción de la pandemia y la falta de consenso político han pospuesto sine die una ampliación que forma parte del Plan Director del operador público desde 2018. El presidente del gestor aeroportuario, Maurici Lucena, retomó en diciembre del año pasado los contactos con el entorno empresarial para obtener un acuerdo. Sin el apoyo del tejido político y económico local es poco probable que Bruselas avale el proyecto. El ultimátum de Foment del Treball pretende reactivar las negociaciones y lograr que la ampliación del Prat, necesaria para que la instalación compita con sus homólogos europeos, llegue a buen puerto.