Tiny Cottons consolida su negocio en Asia con dos nuevas aperturas

En una entrevista con Crónica Global, la pareja de origen argentino ratifica su apuesta por la internacionalización de la compañía. "En España no vendimos nada hasta 2018. Siempre estuvimos enfocados fuera. Primero a los países nórdicos, luego a los asiáticos...", enumeran. La mirada al exterior, sumada al empleo de materiales de alta calidad, son señas de identidad que han acompañado a la marca desde su aparición.

Bárbara Bruno habla sobre Tiny Cottons

Covid 0, ropa 1

Precisamente, su presencia en el extranjero ha atenuado el impacto del Covid-19 sobre la cuenta de resultados. Además, la firma catalana ha experimentado en el último año un fuerte tirón del canal electrónico --el 50% de sus ventas proceden tanto de su tienda online como de Zalando, única plataforma digital con la que colaboran--. En 2020, Tiny Cottons facturó seis millones de euros, un 10% más en términos interanuales.

Al echar la vista atrás, ambos fundadores recuerdan su estreno en plena resaca de la crisis del ladrillo. Aunque relativizan la complicada coyuntura que atravesaba la economía española. "Para nosotros, la crisis de 2012 era la panacea en comparación con Argentina. Pero es verdad que nos lanzamos al vacío, salimos de nuestra zona de confort", confiesa Lazcano. Y Bruno tercia: "Piensa que veníamos de la adversidad total. Creo que nadie en España puede dimensionar hasta dónde puede llegar una crisis".

Nuevo establecimiento de Tiny Cottons en Beijing (China) / TINY COTTONS

En el origen

Sea como sea, la exdiseñadora de Adidas dio un paso al frente junto a su marido para seguir su propio camino. Ocho años más tarde, Tiny Cottons cuenta con cinco tiendas propias --dos en Barcelona, una de ellas su flagship y cuartel general, otra en Madrid y dos en Asia-- y comercializa sus productos en cerca de 400 establecimientos multimarca en todo el globo. La compañía también se halla en negociaciones por otro espacio en la capital española.

Tras este éxito se encuentran unos orígenes humildes. "En 2012 hicimos una feria en París. Montamos el estand los dos solos y con la incógnita de ver qué pasaba", rememoran. El primer año fue una especie de "estudio de márketing" que se prolongó hasta 2014, ejercicio de su debut mercantil. "Solía ir a la feria como visitante, pero ese año fui del otro lado. Conocimos a clientes, vimos qué buscaban... llevamos una colección de solo 30 artículos para bebés de 0 a 2 años", detalla.

Bárbara Bruno (Tiny Cottons), durante la entrevista con Crónica Global

Risas y ternura

"Empaquetábamos en casa. Éramos una empresa familiar. Nuestras niñas [la pareja tiene cuatro hijos, uno de ellos con autismo] nos ayudaban con los pedidos de la web", explican sonrientes. ¿Recuerdan un hito en su carrera? "En 2016, en una feria en Nueva York una chica me tocó la espalda y me dijo: soy de Puma y queremos hacer una colaboración contigo", declara la fundadora. Entente que Tiny Cottons revalidó el año pasado por otras dos temporadas con la multinacional.

Durante su andadura, la marca ha sido fiel a un estilo entre tierno y humorístico a la hora de confeccionar su catálogo, dividido en cuatro categorías: bebé (de 0 a 2 años), niños (hasta los 12 años), mujer y hogar. Por cierto, en la ropa infantil apuestan por el género neutro: "Siempre lo intentamos. Los padres y las madres cada vez se fijan menos, pero es verdad que al principio entraban en la tienda preguntando dónde estaba lo de niño y dónde lo de niña".

Estilo propio

Además, intentan evitar la intoxicación de otras líneas de diseño. "Las agencias de tendencias siempre buscan las marcas más creativas y arriesgadas. Cuando entras en WGSN [portal de tendencias de consumo], salimos nosotros. Si he logrado estar allí, significa que no estoy copiando a nadie. Somos bastante particulares en cuanto a lo que hacemos", reivindica Bruno.

A estas divisiones se añadirá en breve un apartado de artículos de cuidado personal con perfumes, crema de manos y jabón. "En cada colección intentamos contar una historia. Para diseñar me remito a mi propia experiencia con la ropa. Los niños siempre quieren usar la misma camiseta y les gusta conectar con su ropa. Quiero que en un futuro puedan recordar esa prenda", explica la creadora.

Interior de una de las tiendas de Tiny Cottons en Barcelona / PABLO MIRANZO (CG)

Objetivo sostenible

A esto se suma una preocupación por la huella ecológica de su actividad. También en los materiales. En su mayor parte utilizan algodón pima, que complementan con otros algodones orgánicos, mientras que el resto de telas intentan que sean recicladas. "Donde podemos ser más sostenibles es en la calidad del producto. Si dura, comprarás menos y, por tanto, el impacto será menor", resume Bruno. Ahora mismo, la empresa fabrica el 80% en Portugal y el 20% en China.

Asimismo, la responsabilidad social la trasladan al terreno de la solidaridad. La compañía ha puesto a la venta un pack de pósters solidarios cuyos beneficios van íntegramente a la asociación Aprenem, enfocada en ayudar a menores con autismo. Sin dejar de lado a los peques, la pareja calienta motores para sacar al mercado We are Gommu, una marca de muñecos de goma natural biodegradable diseñados por el equipo de la casa. De los juguetes al textil, Tiny Cottons sigue adelante para reforzar su alternativa a los grandes del sector.