Los tecnócratas Colao y Draghi hacen de la bolsa italiana la mejor en la crisis

Pocos acertarían ahora a adivinar que la bolsa italiana es la que ha mostrado un mejor comportamiento entre las principales de Europa durante la crisis, por encima incluso de la plaza alemana. Pero absolutamente nadie se hubiera aventurado a apostar un solo euro por ello a mediados de abril, cuando el brutal impacto de la pandemia del coronavirus en Italia había acabado con más de un tercio de la capitalización del MIB 30, el selectivo de la Bolsa de Milán.

El plan de reconstrucción

Pérdidas próximas al 35% en apenas dos meses, desde el inicio del desplome generalizado en los mercados, que hacían del parqué italiano el de peor rendimiento entre las grandes bolsas mundiales.

En plena pandemia, con las cifras de contagiados y fallecidos disparadas y un horizonte por completo incierto, el país por el que el Covid-19 penetró en el Viejo Continente para expandirse por todos sus costados tomó una decisión que cambiaría su destino. Por iniciativa del, por entonces, primer ministro Giuseppe Conte (aunque también hay quien lo atribuye al presidente de la República, Sergio Matarella), se encomendó el diseño del plan de reconstrucción a Vittorio Colao, uno de los empresarios más considerados del país, especialmente por su trayectoria de diez años como primer ejecutivo mundial del gigante de las telecomunicaciones Vodafone.

Medidas efectivas

Sin dejar su residencia en Londres, en pleno confinamiento, Colao se rodeó de una veintena de técnicos de primer nivel de las áreas económica, social y científica y en dos meses presentó una hoja de ruta completa para la reactivación económica, que incluía fórmulas como la simplificación de procedimientos para estimular la obra pública y la lucha contra la economía sumergida que lastra desde tiempos inmemoriales el crecimiento del país con, entre otras recetas, una bajada de impuestos.

Los estímulos del Gobierno para la recuperación de la hostelería, con inyecciones directas de dinero a los ciudadanos para gastar en turismo interior, completaron un escenario que fue acogido de la mejor manera posible por los inversores.

Comparativa con el Ibex

Los números no dejan lugar para las dudas. Desde la designación de Colao como encargado de llevar el timón de la recuperación, la bolsa italiana ha recuperado algo más de un 40%. Un rendimiento superior a de la Bolsa de Frankfort, con avances de algo más del 35%, y muy por encima del registrado por el CAC-40 de París (en torno al 30%) y, en especial, del Ibex 35 (cerca de un 18%).

La comparativa con el indicador español es especialmente significativa ya que ambos índices fueron los más ca el stigados durante las semanas del desplome generalizado debido a que Italia y España fueron los dos países en los que la pandemia se había extendido de forma más acusada y también al peso que tiene en sus economías un sector tan afectado por la crisis del coronavirus como el del turismo.

Repetición de la jugada

Hasta mediados de abril, cuando el Gobierno italiano encargó el plan a Colao, ambos mercados habían mostrado un comportamiento muy similar (el Ibex había perdido algo más de un 32%). Sin embargo, la trayectoria a partir de ahí ya no tuvo nada que ver.

Un episodio similar se ha vivido en los primeros días de febrero, poco después de que se confirmaran los temores que se venían arrastrando desde el verano acerca de la posibilidad de la enésima crisis de Gobierno en Italia, en un momento más que delicado.

Entusiasta acogida

Pero la propuesta del presidente Mattarella a Draghi tuvo de inmediato una respuesta optimista en el mercado. El día en el que se produjo, Milán avanzó cerca de un 2%, en contraste con el tono plano que reflejaron el resto de las principales bolsas europeas. De hecho, Draghi también estuvo en las quinielas para el diseño del plan de recuperación. Y, del mismo modo, el nombre de Colao también sonó como un futurible primer ministro independiente en el caso que el débil Ejecutivo de Conte no aguantara la complicada situación generada por la pandemia, lo que terminó por confirmarse.

En el caso del salto a la palestra del expresidente del BCE, las cifras tampoco dan lugar a equívoco. Desde que se conoció la propuesta, la bolsa italiana ha avanzado cerca de un 6%. En este mismo periodo, París se ha revalorizado poco más de un 1,5%. El DAX alemán y el Ibex, poco más de un punto porcentual.