El hotel Mandarin Oriental de Barcelona, uno de los que tiene un restaurante que tendrá que cerrar / CG

El hotel Mandarin Oriental de Barcelona, uno de los que tiene un restaurante que tendrá que cerrar / CG

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Los hoteles, los otros perjudicados por el cierre de la restauración

El sector turístico encajará un golpe indirecto, el enésimo, con la clausura de sus cenadores externos y bares de azotea

15 octubre, 2020 00:00

¿Quién se acuerda de los hoteles? El cerrojazo de la restauración en Cataluña, que entrará en vigor mañana viernes si la justicia lo avala, dará la puntilla a la industria alojativa. Los establecimientos que tengan cenadores externos para clientes no huéspedes o bares de azotea también los tendrán que cerrar, perdiendo así una de sus pocas fuentes de ingresos en estos momentos.

Los sindicatos del sector advierten de este daño colateral. Recuerdan, asimismo, que en una España sin turismo, muchos hoteles ingresan solo de sus restaurantes y bares. "El sector turístico nacional sigue parado por la pandemia a la espera de que se reabran fronteras y se reprogramen vuelos. Más del 90% de estos establecimientos están cerrados. Pues bien, algunos alojamientos mantenían disponibles sus restaurantes para la clientela de calle. La clausura del sector es otro jarro de agua fría", avisan desde UGT.

Locales de relumbrón

Es el caso de algunos hoteles de lujo de Barcelona, que permanecen cerrados hasta que amaine la pandemia, pero que han abierto sus restaurantes para el público general. Uno de los más conocidos es el hotel Mandarin Oriental, un cinco estrellas gran lujo situado en el paseo de Gracia, la milla de oro de la Ciudad Condal.

El Mandarín Oriental de Barcelona tiene abierto el restaurante Terrat, de Gastón Acurio: lo tendrá que cerrar o reabrir todo el hotel / CG

El Mandarín Oriental de Barcelona tiene abierto el restaurante Terrat, de Gastón Acurio: lo tendrá que cerrar o reabrir todo el hotel / CG

En el caso de este establecimiento, el restaurante-café de azotea del chef peruano Gastón Acurio está abierto. El hotel, no. Los clientes no huéspedes acceden al rooftop mediante un ascensor que llega a pie de calle. Con las habitaciones sin ocupar, solo dicho establecimiento genera ingresos para uno de los emplazamientos del sector estrella de Barcelona. La facturación ya está muy resentida, pero la actividad mínima implicaba entradas de caja. 

El Govern los cerrará

Todo esto, se acabó. La resolución de cierre de la restauración en Cataluña, que emitirá el Govern este jueves, conllevará el cese de actividad de todo el sector, incluidos los restaurantes de hotel. Solo se salvarán los bufés que sirvan para dar de comer a los turistas que estén hospedados en los establecimientos. "Y está por ver la fórmula, si es con menú cerrado o carta", señala la parte social.

En otras palabras: o hay turistas o todo el hotel tendrá que cerrar. Si la justicia avala la resolución del Procicat, no cabrá la trampa de ir a comer a un hotel. El parón general del sector llegará también al sector alojativo, una industria que ya perdió la cola de la temporada ferial de 2019-2020, naufragó en verano y afronta un invierno incierto.