Barcelona, ‘zona cero’ de la restauración

El cierre gubernativo forma parte de un paquete de medidas destinadas a doblegar la curva de contagios de coronavirus, en lo que ya es una segunda ola de la pandemia en toda regla. El Govern propone cerrar toda la restauración para limitar el contacto social, así como también cesar toda actividad en parques de atracciones, congelar el deporte no profesional y los servicios de estética salvo las peluquerías. En cuanto al comercio, el aforo se reducirá al 30% y al 50% en las instalaciones culturales, lugares de culto y gimnasios, que seguirán operando con cita previa. El impacto económico es importante y las ayudas, escasas.

1.000 euros por empresa por 15 días de cierre

El secretario general de la patronal Fecasarm, Joaquim Boadas, recuerda en declaraciones a Crónica Global que la línea de ayudas directas a las empresas anunciada por el Govern, por valor de 40 millones de euros, se traduce en apenas "1.000 euros por negocio por 15 días de cierre". ¿Qué cubre esa cantidad? "Muy poco. Ni siquiera el alquiler del local para esas dos semanas", recuerda el también abogado.

Precisamente, las rentas de los establecimientos es otro de los escollos que deberán sortear los empresarios cuando les cierren, si la justicia lo avala. El Govern ofrece una línea de préstamos extraordinaria para cubrir necesidades de liquidez y tesorería a partir de 12.000 euros. ¿Es suficiente? Contestan los portavoces de UGT-Hostelería: "Con eso no haces nada. Fíjate en el caso del Gran Café de la calle Avinyó de Barcelona [de Grupo Cacheiro]. Ha cerrado dejando a 27 personas en la calle porque subieron su alquiler a 28.000 euros al mes", subrayan.

De 525 millones a 40

De hecho, las ayudas anunciadas por el Ejecutivo distan mucho de cubrir las pérdidas que ocasiona el Covid en el comercio catalán. Según los datos que la exconsejera de Empresa, Àngels Chacón, dio en abril, cada semana los establecimientos no esenciales perdieron 525 millones de euros debido al cierre impuesto por la pandemia. Esa cifra incluía a bares, restaurantes y comercios.

El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ahora presidente en funciones / EUROPA PRESS

Ayer, el presidente en funciones, Pere Aragonès, anunció ayudas por valor de 40 millones para el sector de la restauración y del ocio, claramente insuficientes. Según estudios económicos, cuando un comercio baja la persiana, es muy difícil que vuelva a levantarla: solo el 20% de los establecimientos vuelven a abrir.

Las patronales, en alerta roja

En este sentido, los datos proporcionados ayer por Pimec son demoledores: un 18,7% de las pymes y autónomos de Cataluña se plantearon cerrar definitivamente la empresa. Una cifra que, según la patronal, se puede ver incrementada ante esta nueva situación creada por el cierre de bares y restaurantes, y la reducción del aforo de los comercios. El Gremi de Restauració de Barcelona estima que peligran el 40% de negocios.

Ante ello, el sector reclama medidas más graduales. Navarra, con tres veces mayor incidencia del virus en la población, ha mantenido el aforo en la hostelería al 30%, y en Madrid, con el estado de alarma decretado, lo ha reducido al 50%

Los sindicatos piden usar fondos europeos

Si el Govern no vira la nave y el cierre de bares y restaurantes pasa el corte judicial, los sindicatos piden apuntalar a las empresas. Para evitar lo que Ramón González, secretario general del sector Servicios de CCOO, llama "pauperización económica". Según él, "salud y economía deben ser compatibles", evitando que la lucha contra la pandemia cause un daño gravoso al tejido productivo y a los puestos de trabajo.

¿Qué solución ve él? "En estos momentos el uso de los fondos europeos está en debate. Pues bien, pedimos utilizar ese dinero para dar oxígeno la economía productiva y, con ello, el empleo. No nos podemos permitir que el combate contra el virus, en el que todos participamos y colaboramos, vaya en detrimento de la estabilidad de empleo", ha apostillado.