Cada vez menos espacio. En esta situación se encuentra Glovo tras encajar un mazazo en el Tribunal Supremo a cuenta de un repartidor al que empleó como falso autónomo y que, en realidad y según la unanimidad de los magistrados de la sala, debería haber sido un trabajador por cuenta ajena.

La startup que fundaron Oscar Pierre y Sacha Michaud, ahora convertida en unicornio tras superar los 1.000 millones de valoración, quitó hierro al fallo emitido ayer miércoles, 23 de septiembre, pero lo cierto es que se queda cada vez con menos oxígeno en su modelo de riders autónomos. Así lo ve Nacho Parra, abogado del Col·lectiu Ronda y letrado que capitanea diversas acciones legales similares. "El Supremo se ha pronunciado sobre el modelo laboral de Glovo, y dice que es fraudulento. El fallo es irrecurrible, por lo que las instancias inferiores deberían sentenciar en la misma línea", explicó el profesional.

"Glovo y Deliveroo tiene tiempo...de momento"

"A partir de este momento --explicó Parra-- se abren dos escenarios. Las compañías digitales regularizan a sus repartidores, pues el Tribunal Supremo sostiene que no son intermediarias, sino empresas de reparto, o no lo hacen. Si continúan en fraude laboral, ganan algo de tiempo". ¿Hasta cuándo? "Hasta que lleguen al Tribunal Supremo las denuncias colectivas interpuestas de oficio tras actas de las inspecciones de trabajo. Con el criterio de la sentencia de hoy [por ayer], el modelo laboral de colaboradores se desmorona. Los riders deben ser contratados", ha apostillado el abogado.

Pero, ¿cuánto tiempo tienen Glovo, Deliveroo, UberEats o Stuart para cambiar su política laboral? "Hasta que se resuelvan las acciones colectivas. Ya hay una en Madrid contra Deliveroo que ha llegado al Supremo. Para Glovo, la próxima sobre la que debe pronunciarse el alto tribunal una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Aragón que también le tumbó su modelo", ha ilustrado el letrado.

'Riders' autónomos: "Perderemos derechos"

Más críticos son desde la Asociación Profesional de Riders Autónomos (Apra), que defienden el modelo de repartidor autónomo libre o dependiente (TRADE) de una compañía digital. "El fallo del Supremo, que respetamos como no podía ser de otra manera, genera mucha incertidumbre. El marco laboral no deberían determinarlo los tribunales, sino un acuerdo global entre actores", ha defendido Jordi Mateo, presidente de la entidad.

"La relación laboral que fija esta sentencia, y que se prevé en el proyecto de ley rider, empeorará nuestras condiciones", ha defendido el activista. Según Mateo, que lamenta que el Ministerio de Trabajo y Economía Social "no les hay invitado a dialogar como actores relevantes", recuerda que "siendo autónomos tienen más flexibilidad y generan más ingresos, de lo contrario trabajarían bajo un contrato que, seguramente, sería precario". Ante las intenciones del departamento de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, y con el trasfondo del sísmico fallo del Supremo, Apra avisa que "saldremos a la calle a manifestarnos, para que escuchen nuestra voz".

Zozobra del mercado...

Fuentes del mercado consultadas por este medio han apuntado a otras consecuencias del nuevo escenario jurídico. "Glovo opera una política de costes muy bajos para tratar de canibalizar el mercado y operar en semimonopolio. Entre estos costes están, fundamentalmente, los laborales. Si se prohíbe el modelo de repartidores autónomos dependientes, sus costes aumentarán y se verá que hay alternativas", ha explicado un directivo del sector que ha preferido no revelar su nombre.

Otros interlocutores, no obstante, apuntan a precisamente lo contrario. "Si Glovo, Deliveroo, UberEats o Stuart tienen que contratar como empleado a sus riders, los que tengan menos músculo financiero no aguantarán. Glovo cuenta con financiación suficiente para aguantar pérdidas, pero algunos de sus rivales, no. Dejarán España, provocando una situación de peor competición", han contraargumentado.

...en plena negociación de la venta

El golpe al mercado del reparto en última milla propinado por el Tribunal Supremo deja también un escenario incierto para la venta de Glovo. Tal y como avanzó Crónica Global, la startup ha iniciado contactos con el gigante chino Alibaba. Lo hizo, no obstante, antes de que la justicia determinara que un rider de esta plataforma no era autónomo, sino empleado por cuenta ajena contratado fraudulentamente. Si ello se extiende a toda la fuerza laboral de la enseña tecnológica, las condiciones de venta también cambiarán.

De hecho, las reverberaciones del revés del Supremo a Glovo resonarán por todo el tablero empresarial. Apra calcula que existen en España unos 15.000 repartidores de delivery para la compañía de Pierre y Michaud y sus rivales. El Gobierno los quiere convertir en empleados por cuenta ajena. El Supremo abonó esta tesis. Si la máxima instancia judicial sigue por esta senda, las empresas digitales quedarán definitivamente arrinconadas.