El empresariado teme los desmanes de Tremosa
Las patronales y los sindicatos ven una maniobra política de Torra con el cese de Chacón para sacar adelante medidas como la ley de cámaras de comercio
4 septiembre, 2020 00:00Más que preocupación. Temor e inquietud. El empresariado reaccionó con total perplejidad ante el cese de la consejera de Empresa, Àngels Chacón, con quien ha mantenido una buena relación, y con la percepción de que era el único miembro del Govern que intentaba actuar sobre la realidad económica. El temor se acentúa al conocer que el sustituto será Ramon Tremosa, alguien capaz de decir que Carles Puigdemont es uno de los “líderes mundiales”.
La patronal Foment conoce a Ramon Tremosa. Se da la circunstancia de que la cúpula de la patronal está dirigida por Josep Sánchez Llibre. El que fuera mano derecha de Josep Antoni Duran Lleida al frente de Unió Democràtica y con CiU en el Congreso vivió las desavenencias entre Tremosa y Salvador Sedó, el eurodiputado de Unió. En 2014 se traspasaron todas las líneas rojas cuando a Tremosa se le responsabilizó de difundir informaciones falsas sobre Sedó, que el independentismo aprovechó para lanzar una campaña de difamación contra éste en beneficio de Tremosa, que llevó a cabo su carrera política como eurodiputado de Convergència en Bruselas en detrimento de Sedó para desesperación de Duran Lleida.
¿A favor de Canadell?
Pero ahora lo que está en juego es la voluntad de Torra de implementar la ley de cámaras de comercio, con un decreto ley exprés que la consejera de Empresa, Àngels Chacón, había parado y que quería “conciliar” con patronales y sindicatos. Tremosa, teme el empresariado catalán, está llamado para sacar adelante esa medida, que daría un gran poder a la Cámara de Comercio de Barcelona, con el independentista sin complejos Joan Canadell al frente. “En las próximas semanas podemos desayunarnos con ese decreto”, señalan las fuentes patronales.
La sorpresa impactó en un siempre moderado Josep González, el presidente de Pimec, que no dejó de valorar la capacidad de interlocución de Chacón. Y tampoco se quedó atrás Javier Pacheco, el secretario general de CCOO de Cataluña, que criticó la “lucha partidista” que se dirime ahora en el Govern de la Generalitat. Por parte de la UGT, el conocimiento sobre la figura de Tremosa es “nulo”.
Torra queda en evidencia
Esas reacciones casan mal con la versión oficial del presidente Torra, que justificó el cese de Chacón por la necesidad de impulsar la economía catalana en una situación tan complicada provocada por la pandémica del Covid-19. ¿Con Ramon Tremosa, que causa temor y que es un desconocido para patronales y sindicatos?
Chacón fue sustituida cuando en su departamento se estaba produciendo una reunión de suma importancia. Había organizado un encuentro con patronales y sindicatos para discutir el decreto ley de las cámaras de comercio, con la intención de acordar lo que fuera necesario para no romper “el pacto social”. Aunque ella no estaba presente en la reunión --sí su equipo de confianza, con la secretaria general al frente-- permanecía pendiente de la reacción de los agentes sociales. El departamento trabajó sobre un nuevo texto, que se ofreció a los interlocutores económicos y sociales, y éstos señalaron que estudiarían, de nuevo, el documento, en una muestra de que las dos partes intentaban superar el primer decreto ley que había impuesto el presidente Torra, y que quiere equiparar a las cámaras de comercio con las patronales y los sindicatos en el ámbito de la participación institucional.
Utilización de las instituciones
Ahora todo es distinto. Ramon Tremosa recogerá el guante para mantener los designios de Torra y de Puigdemont, que busca, en la práctica, que la Cámara de Comercio de Barcelona se transforme en una especie de tercera patronal.
La reacción es casi de pánico, por la personalidad de Tremosa, un economista con abundante obra publicada, pero que se ha transformado en un activista independentista fiel a Puigdemont. El miedo, sin embargo, también se debe a la “utilización” de las instituciones en beneficio del proyecto político de Puigdemont, ya sin ningún rubor, como si la Generalitat fuera en estos momentos “una plataforma electoral”.