Apenas horas después de que se decretase la reclusión domiciliaria en Lleida, el mundo empresarial se ha levantado contra la Generalitat. A pesar de que la jueza ha declarado nulo el encierro en varias localidades de la provincia, el presidente autonómico, Quim Torra, pretender seguir adelante y aislar la región, algo que no le compete y que no comparten comerciantes ni sindicatos. 

Este paso atrás en la denominada nueva normalidad "supone otro retroceso a la ya mermada economía local debido al anterior estado de alarma, en el que los comerciantes tuvieron que echar el cierre a sus negocios", señalan fuentes sindicales a Crónica Global.

UGT explota

La idea de que se instale un aislamiento domiciliario ha hecho explotar al sector económico. UGT Cataluña explica a este medio que la idea de volver a “encerrarse en casa” es “ilógica”. El enfado con la Generalitat es mayúsculo y desde el agente social no dudan en decir que esta crisis la gestionan “incompetentes”.

El sindicato recalca que la ciudad de Lleida y sus alrededores dependen del comercio y que limitar ahora la entrada a los establecimientos, “en plena época de rebajas”, es inadmisible.

Nula previsión

UGT, CCOO y Fecom de Lleida (Federación de Empresarios de Comercio) también critican la "nula previsión" de los políticos catalanes. “La Generalitat debería haber tomado medidas mucho antes. Ya sabíamos que podía ocurrir (los rebrotes) y desde el Govern se ha mirado para otro lado”, señalan desde Comisiones Obreras. A su vez, desde este organismo se hace una dura crítica por la falta de medios en “el sector agrario” y en “los rastreos de positivos de coronavirus”. 

Los comerciantes piden a la Generalitat que “no se pare su sector en un momento tan crucial” como en el que se encuentra el tejido empresarial ya que “podría ocasionar daños irreparables”. Desde UGT se insiste en que el Govern ha velado por sus "intereses partidistas" durante la crisis siantiaria y está “pendiente de otras cosas menos importantes”.

Desesperación

Los tres agentes sociales también cuentan que los trabajadores y empresarios están "desesperados". “Llevábamos pocas semanas con la nueva normalidad y, de pronto, nos exigen cerrar. Nos encontramos muy desanimados”, relatan fuentes de Fecom.

Los comerciantes aseveran que “sin actividad social” las personas no irán a hacer compras, tal y como sucedió durante el estado de alarma. Por esta razón, lamentan que “los establecimientos estén abiertos con muchísimas restricciones (vuelven a la fase 0,5)", algo que provoca un "rechazo generalizado" en los clientes.

Destrucción de empleos y empresas

ATA también se ha sumado a la oleada de críticas y vaticina una situación desoladora. “Es difícil de medir, pero indudablemente, un nuevo confinamiento deja en la cuneta a muchos autónomos de muchos sectores. Son momentos muy complicados para todos. Pero son especialmente duros para los autónomos y los pequeños comercios de la zona, que tienen que volver a cerrar sus negocios”, sentencian.

A su vez, prevén “numerosos cierres” de negocios como ya ha ocurrido. Desde Comisiones Obreras también ponen el foco en la clausura de empresas. “En pocas horas de restricciones ya se han visto negocios cerrados y empresarios que dudan en si subir su persiana o no”, señalan a Crónica Global.

Los hosteleros, en pie de guerra

Por otra parte, la Federación de Hostelería de Lleida también ha criticado la situación derivada por el nuevo aislamiento que propone la Generalitat para esta localidad y otras siete más.

Según ha explicado a Efe el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, la situación actual le parece un "desbarajuste" y lamenta que ya no saben "cómo actuar, ni qué hacer". "No somos marionetas, todos tenemos familia y unas responsabilidades y si se tenía que volver a confinar, antes se tendrían que tomar medidas económicas para poder aguantar el sector de la restauración", ha subrayado.