Uno de los empleados que opera en las plantas de Agbar / AGBAR

Uno de los empleados que opera en las plantas de Agbar / AGBAR

Business

Los empleados de Agbar se recluyen en las plantas para garantizar el suministro de agua

La compañía aplica la medida para evitar contagios y se establecerán turnos de 15 días entre los que se presenten voluntarios

7 abril, 2020 13:01

Agbar ha implantado la reclusión de parte de los trabajadores en las plantas de tratamiento de aguas para garantizar el funcionamiento de las mismas durante pandemia de coronavirus. La compañía, que ya estableció medidas para proteger la salud de sus empleados, ha apostado en la última semana por dar un paso más con la presencia permanente de estos.

El objetivo del encierro en las plantas, ha explicado en un comunicado el director de operaciones de Agbar, Rubén Ruiz, es “minimizar el posible impacto derivado por una infección o cuarentena asociada al coronavirus en el personal de las plantas”, de modo que las instalaciones puedan seguir funcionando y se garantice el abastecimiento.

Evitar contagios

“Desde el primer momento hemos implementado una serie de iniciativas, como los turnos de 12 horas, y el tercer escenario era esta presencia permanente en nuestras infraestructuras críticas”, ha manifestado Ruiz. La nueva medida se aplica en las plantas de tratamiento de agua potable declaradas críticas por el Centro Nacional de Infraestructuras Críticas, así como aquellas que el grupo considera “esenciales” por el volumen de habitantes que abastece.

En el caso de la planta de Sant Joan Despí, se han confinado nueve trabajadores que se reparten en turno de dia y de noche y que rotan con un segundo equipo cada 15 días. En Palafolls serán dos trabajadores que cambiarán turnos semanalmente.

Autocaravanas y apoyo emocional

Estas personas se han instalado en autocaravanas individuales en los centros de trabajado y contarán con un servicio de catering para las comidas. Además, se han acometido medidas adicionales como un servicio telefónico para el acompañamiento emocional. También se ha reducido al máximo la entrada de proveedores y se ha intensificado la desinfección de caravanas e instalaciones, al tiempo que se ha hecho un test de coronavirus a los empleados.

“No nos ha costado encontrar voluntarios. Sabemos muy bien a que nos dedicamos y sabemos que el agua es un servicio esencial y no podemos fallar a la ciudadanía”, ha señalado Ruiz.