Miembros de la asociación Vecinos y Anfitriones (ViA) de Barcelona / CG

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Los caseros que detecten realquiler turístico deberán denunciar

El Gobierno catalán pone coto a los hogares compartidos: pedirá licencia y obligará a los propietarios a informar del subarriendo de habitaciones

20 diciembre, 2019 12:23

Los caseros que detecten que sus inquilinos están subarrendando habitaciones a turistas sin licencia deberán denunciar. El Gobierno catalán ha endurecido el borrador de normativa para los llamados hogares compartidos: las viviendas en las que se realquilan estancias de su piso a visitantes. El Ejecutivo exigirá licencia municipal y obligará al propietario a notificar la actividad si ésta carece de permiso.

Así lo ha comunicado hoy la asociación autonómica Vecinos y Anfitriones (ViA), que ha lamentado el cambio en el decreto de turismo de Cataluña, cuya publicación "es inminente". El texto buscaba regularizar la actividad de los ciudadanos que alquilan habitaciones --no el piso entero-- en plataformas como Airbnb o Wimdu. Si en un principio la Generalitat de Cataluña era partidaria de regularizar esta actividad no profesional, ahora la endurece y deja la última palabra a los ayuntamientos, que la podrán vetar.

"Se abre la persecución"

José Luis Rodríguez, secretario de ViA, ha alertado de que la nueva fórmula pergeñada por el Govern "abre la puerta a la persecución". ¿De quién? "De los 2.000 o 2.500 hogares, según nuestros cálculos, que alquilan habitaciones sueltas a turistas. Son gente no profesional, que no se dedica al alquiler turístico. La mayoría son mujeres y necesitan los ingresos --que declaran en la renta-- para llegar a fin de mes", ha razonado.

Según él, este colectivo "queda al albur de la decisión del Ayuntamiento de Barcelona, que ya ha bloqueado las licencias de hoteles con el Peuat y las de pisos turísticos con el Pehut. Nada indica que Janet Sanz --teniente de alcalde de Urbanismo-- y su equipo vayan a dar nuevas licencias para hogares compartidos". Hay más. "Los propietarios, que toleran esta actividad pues se ha hecho siempre en negro con los estudiantes, tendrán que denunciarla si la detectan. Se instaura por decreto la delación del inquilino", ha criticado Rodríguez.

Parado desde 2015

La denuncia de los vecinos que realquilan habitaciones en las plataformas llega cuando el decreto de turismo de Cataluña se estaría a punto de publicar. El texto ya ha pasado la fase de alegaciones y esta pendiente del final del Govern. No obstante, el último tramo de la negociación no ha sido fácil. El Ayuntamiento de Barcelona exigió en el pleno de noviembre tener el control de las licencias, inspección y sanción de estos hogares, que se mueven entre 2.000 o 10.000, según la fuente. Al parecer, la Generalitat ha transigido y cederá a los consistorios la última palabra para autorizar o denegar la posibilidad de realquilar. Lo hará tras limitar a cuatro los turistas que pueden encajarse en un piso, tal y como avanzó El País.

El debate de fondo es mucho más profundo: cómo gestionará Barcelona que aterricen en el mercado turístico estas 2.000 o 10.000 viviendas como oferta turística adicional. El Gremio de Hoteles de Barcelona (GHB) ha sido uno de los grandes opositores de la nueva normativa, al considerar que se trata de competencia desleal. Por su parte, ViA recuerda que todos sus miembros "alquilan habitaciones en su primera vivienda y con el fin de pagarla o llegar a fin de mes". Sostienen que, para evitar las mafias del realquiler, exigen la cédula de habitabilidad, la hoja de padrón y el anuncio publicado en la plataforma.