Uno de los tipos de cerveza que comercializa Moritz, la empresa que requiere un refuerzo de capital de los Roehrich / MORITZ

Uno de los tipos de cerveza que comercializa Moritz, la empresa que requiere un refuerzo de capital de los Roehrich / MORITZ

Business

Moritz pide de nuevo dinero a sus accionistas

La cervecera de la familia Roehrich perdió 3,9 millones en el último ejercicio y ha estancado las ventas, hecho que les lleva a realizar una nueva aportación de capital

28 septiembre, 2019 00:00

La cúpula de Cervezas Moritz cerrará el ejercicio con un nuevo refuerzo de capital social del grupo con el objetivo de compensar las pérdidas de los últimos años. La operación recibirá luz verde de los accionistas, salvo sorpresa de última hora, el próximo 10 de diciembre.

Ese día está convocada en las oficinas de la compañía en Barcelona una junta extraordinaria con el fin de debatir el refuerzo de capital. Como está de forma exclusiva en manos de la familia Roehrich, que gestionan sus inversiones a través de la sociedad zaragozana Agora, se espera que el encuentro convocado sea de puro trámite.

Ventas estancadas

No es la primera ocasión en que los dueños de la marca de cerveza más antigua de Cataluña deben insuflar más recursos para resarcir los estados financieros de la compañía. En los últimos ejercicios han desembolsado 28 millones de euros para hacer frente a los números rojos que arrastra.

El gran problema de Moritz es que sus ventas están estancadas en los 18,8 millones. No es una cifra menor, pero resulta insuficiente para alcanzar los beneficios. Los Roehrich cerraron 2018 con unas pérdidas antes de impuestos de 3,93 millones en la filial. La cifra mejora los 4,99 millones del ejercicio precedente, pero se quedan lejos del punto de equilibrio.

Los gestores consiguen dejar el resultado del ejercicio en los 2,95 millones (3,72 millones en 2017) gracias básicamente a la liquidación de los créditos fiscales que tiene reconocidos. En ambos escenarios se mantiene en el rojo.

Cómo mejorar la comercialización

Fuentes cercanas a la empresa señalan que mejorar la comercialización de la cerveza es uno de los principales dolores de cabeza de la ejecutiva. Reconocen que aún arrastran la etiqueta de marca independentista que cultivó el que fuera director general y consejero hasta 2016, Albert Castellón, y que esta realidad no siempre suma. Además, sufren por la competencia tanto de las grandes firmas del sector como las cervezas artesanales que tienen una acogida cada vez mejor.   

Moritz cuenta con un producto cercano para este tipo de público, pero sólo en la Fábrica de la Ronda Sant Antoni de Barcelona. Allí se sirve y se puede comprar cerveza sin pasteurizar en una distribución muy limitada.

Zaragozana reparte dividendo

Mientras en el grupo Mortiz replantean cómo mejorar las ventas de la cervecera y debaten el refuerzo de las cuentas, los Roehrich vivirán una junta de accionistas extraordinaria muy diferente en La Zaragozana. Tendrá lugar en noviembre, y el principal objeto del encuentro es acordar el reparto de dividendos entre los dueños del grupo cervecero.

Por ahora no se ha divulgado el importe exacto que se distribuirá a cargo de las reservas de libre disposición. La cervecera cerró 2018 con unos ingresos de 93,1 millones y unos beneficios de 13,68 millones.