El ‘cuento de la lechera’ del dueño moroso del aeropuerto de Ciudad Real
Gómez Arribas simultanea la puesta en funcionamiento del aeródromo con la quiebra de Reformas de Pisos, incluida en el registro de deudores de Hacienda con 13,5 millones
29 marzo, 2019 00:00El aeropuerto de Ciudad Real fue finalmente adjudicado por el juez concursal el pasado mes de septiembre a la sociedad CR International Airport (CRIA), después de que su propietario, el empresario Rafael Gómez Arribas, recibiera in extremis los 53 millones de euros necesarios procedentes de la ejecución de una sentencia judicial en Baleares, pero la incertidumbre sobre la viabilidad de la infraestructura sigue siendo muy alta.
Tanta que en la capital manchega y en el resto de la comarca se mantiene la división entre los que, inasequibles al desaliento, siguen confiando a pies juntillas en que la infraestructura se convierta en un polo industrial que permita la creación de cientos de puestos de trabajo, y aquellos otros que, después de tantas expectativas incumplidas, no se creen nada del que no dudan en calificar como “aeromuerto en el que no volarán ni las cometas”.
Campanas al vuelo de manera apresurada
Los primeros, con la adjudicación definitiva y el nuevo plan de negocio anunciado por los responsables de CRIA, respaldado por Diputación, ayuntamientos y el propio presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se han apresurado a lanzar las campanas al vuelo, dando por seguro que, como apuntan desde la sociedad propietaria, “antes del verano se habrán superado todos los escollos administrativos y el aeropuerto estará a pleno funcionamiento”.
En esa disputa entre los que apoyan el proyecto de Gómez Arribas y los más escépticos, la reciente firma por parte de CRIA de un acuerdo con la empresa estadounidense Skydweller para, supuestamente, invertir 40 millones en la fabricación en Ciudad Real de aeronaves de alto componente tecnológico, lejos de superar la controversia, ha servido para aumentar más la controversia.
La opacidad de Skydweller
Se trata de una empresa un tanto peculiar, con una web subida recientemente a Internet (https://www.skydwelleraero.com/), con solo una home operativa sin ningún enlace más, en la que se especifica que “Skydweller está trabajando en el desarrollo de un sistema de vuelo permanente”, que será anunciado en abril. Y que si alguien está interesado en recibir noticias acerca del proyecto deberá ponerse en contacto con la empresa a través de un correo electrónico.
Ni teléfono ni sede ni tampoco referencia al equipo que capitanea el estadounidense Robert Miller como consejero delegado y en el que, desde el pasado mes de enero, también figura, como director de Operaciones, Sébastien Renouard, un ingeniero francés que ha desarrollado la mayor parte de su vida profesional en la consultora de ingeniería gala Altran.
García-Page, 'fedatario' del acuerdo
Ambos rubricaban, el pasado 11 de febrero, la firma del acuerdo con CRIA junto a Gómez Arribas, en presencia del presidente regional García-Page, que quiso ejercer como fedatario de la operación.
Indagando en los registros mercantiles, Crónica Global ha podido comprobar que Skydweller no es un fabricante de aviones, sino una consultora de proyectos que, en Estados Unidos, tiene su domicilio en un hub de empresas en la ciudad de Wilmington, en el Estado de Delaware, junto a otras 250 sociedades. Y que en España está radicada en la avenida de la Palmera, en Sevilla, sede del bufete Garrigues en la capital hispalense.
Cuatro líneas de negocio tras descartar el uso comercial
El compromiso de la misteriosa empresa es aportar ya 5 millones de euros y hasta 40 en un plazo de cinco años, como punta de lanza de uno de los cuatro aspectos en los que CRIA --una vez abandonado, al menos de momento, el uso comercial de pasajeros del aeródromo-- basa su renovado plan de negocio. El basado en la actividad industrial con un potente servicio de mantenimiento de aeronaves, para la que se necesita reactivar la construcción de un hangar paralizado desde hace casi dos años.
Una segunda línea de negocio, desgranada por el responsable de Desarrollo de CRIA, Francisco Luna, pasaría por constituir un centro logístico, con puerto seco y depósito aduanero, para el transporte de mercancías perecederas.
Caza, eventos y rodajes cinematográficos
También se ha diseñado la creación de un espacio de formación. Y una cuarta pata, en la que cabría de todo, desde la aviación privada para recibir turistas cinegéticos a prestar las instalaciones para todo tipo de eventos, incluidos los rodajes cinematográficos.
Todo enfocado a que Gómez Arribas tome una participación --como ha hecho con Skydweller-- en el negocio de cada una de las empresas que acaben instalándose en la infraestructura aeroportuaria, como ha hecho en los últimos años con la constitución de sociedades como Global Nehalem, Smia-HLA Technics o Don Quixote South International Airport.
Inversión inicial de 18 millones y 650 empleos
Los últimos números presentados por CRIA para la puesta en funcionamiento del aeródromo pasan por invertir 18 millones de euros para rematar unas instalaciones que llevan diez años paralizadas, con una previsión de generar cerca de 650 empleos entre directos e indirectos, 30 propios, 130 de empresas implantadas y el resto relacionados con la construcción y transporte.
Gómez Arribas está compaginando estos trabajos de arranque del aeródromo con la entrada en concurso de acreedores de Reformas de Pisos, una de las tres de sus empresas que figuraban como morosas, con una deuda de 13,5 millones de euros, en el último listado publicado por Hacienda en junio de 2018. También aparecían en ese listado las sociedades Realizaciones de Piso Tienda y Promociones Urbitres, con otros 2,6 millones de deuda.
El septuagenario ingeniero madrileño vio cómo tuvo que ceder la administración de Reformas de Pisos el pasado mes de noviembre, cuando el Juzgado Mercantil 9 de Madrid declaraba el concurso necesario de la sociedad a instancias de la empresa Diseños, Proyectos e Instalaciones Babia.