El crecimiento de España resiste frente a los vaivenes de la UE
Los expertos señalan que el vigor de la economía española se mantiene, pese a las dudas de Alemania, y que tendrá a favor la política de bajos tipos de interés del BCE
26 marzo, 2019 00:00España resiste las turbulencias en el seno de la Unión Europea, a las puertas de un largo ciclo electoral. El crecimiento de la economía se mantiene, y puede ser, de hecho, mayor de lo previsto. Por ahora, se da validez a las previsiones de la AIReF y en 2019 España crecerá sobre un 2,2%, por lo menos durante la primera mitad de año. Se trata de un crecimiento muy superior a la media europea, con Italia ya en recesión técnica, y Alemania a punto de caer en la misma situación. Hay imponderables, como lo que pueda ocurrir con el Brexit, o con la guerra comercial entre China y Estados Unidos, pero España se mantiene sólida.
Esa es la visión de dos expertos del IESE, Núria Mas, directora del departamento de Economía de la escuela de negocio y consejera del Banco de España, y Pedro Videla, titular de la Cátedra Banco Sabadell de Economías Emergentes del IESE. El argumento es que el sector exportador sigue tirando del conjunto de la economía, y compensa un peor comportamiento de la inversión. La demanda interna se mantiene y también el empuje del sector público. “El deterioro en la segunda mitad del año debería ser fuerte” para romper esa tendencia, explican los profesores, a la espera de lo que ocurra en los países que están estrechamente conectados con España, los mercados de Alemania y Francia, que siempre van de la mano en los ciclos económicos.
Pedro Videla, profesor del IESE
Desaceleración de precios
Ocurre una cuestión que está beneficiando especialmente a España. La decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de no subir los tipos de interés, aunque en algún momento se producirá, ha relajado la situación en Europa. En los últimos meses la tasa de inflación se ha desacelerado en España, y también la eurozona, y ello significa, si esa tendencia se mantiene, que una subida de tipos no se podría justificar. Al ser esa desaceleración de precios más intensa en España que en la eurozona, el tipo de cambio real de la economía española se ha depreciado, y eso ha ayudado a impulsar las exportaciones en los últimos meses, rompiendo los pronósticos más conservadores o con un punto pesimista que se habían realizado.
El mercado de trabajo, como explican Mas y Videla, ha experimentado un aumento de 500.000 afiliaciones netas anuales --aunque la preocupación se centra en la calidad de esos nuevos trabajos-- y eso implica que se mantiene la actividad productiva y el consumo.
El proceso independentista y las instituciones
¿Cuál es el problema? Los expertos de Iese insisten en la importancia de las instituciones. Es lo que explica el buen funcionamiento de un país a largo plazo. Las instituciones se erosionan si no se producen reformas importantes, que alcancen grandes consensos, como ocurrió durante la Transición. Ahora eso se ve muy lejano y casi imposible, con las elecciones generales a la vuelta de la esquina y con una pugna política de alto calado entre los principales líderes políticos.
Núria Mas, consejera del Banco de España
Esas instituciones, además, en el caso de Cataluña, están experimentado una gran erosión, por el proceso independentista, que ha bloqueado la posibilidad de gobernar y de tomar decisiones. Eso es lo que preocupa, con la vista puesta en Italia. Mas y Videla rompen la idea de que la economía pueda correr en paralelo a la política. A medio y largo plazo, la falta de dinamismo de las instituciones, el bloqueo constante, repercute en las inversiones y la vitalidad de la economía. Italia ha entrado en recesión.
Una previsión posible
Pero hay algunas esperanzas, basadas en posibilidades reales. Al margen de lo que pueda ocurrir en Cataluña, --lo previsible son unas elecciones autonómicas en otoño, en las que el independentismo podría perder la mayoría absoluta-- el también economista del IESE, Javier Díaz-Giménez, traza un camino a medio plazo. Tras las elecciones generales, se puede formar un Gobierno de coalición estable, que prepare los Presupuestos de 2020. El plazo del Brexit se podría ampliar, y se aprovecha para retocar el acuerdo con la Unión Europea que permita que el Reino Unido se quede dentro de la Unión Aduanera. Según ese relato, China y Estados Unidos llegarían a un acuerdo comercial que relajaría las tensiones y se recuperaría el comercio global. En ese caso, la segunda mitad de 2019 sería más positivo y España podría crecer sobre un 2,4%.
¿Es un escenario ilusorio? No, aseguran los expertos. Pero de la misma manera que eso puede suceder, también puede empeorar, en función de todos esos factores. Lo que señala Pedro Videla es que España está en una buena posición ante un posible ciclo de cierta parálisis, nada comparado con la crisis que arrancó en 2008, y que se ha superado diez años más tarde. Sin embargo, España no está en una subida grande, más bien se inclina un poco hacia arriba, y todo depende de los condicionantes externos. “La cuestión es que debería reiniciar reformas, y pensar a medio y largo plazo”, asegura. Uno de los grandes temas, como incide Núria Mas, se debería centrar en las pensiones. “Se debe trabajar en eso, cómo se quieren pagar, y qué salarios queremos tener, y con qué población activa”. Son retos que, por ahora, no aparecen en un debate profundo de cara a las elecciones generales del 28 de abril.