ACS y CAF suman sendos contratos en Australia por 2.300 millones
Las dos empresas españolas se benefician del proyecto de renovación ferroviaria puesto en marcha por el Gobierno de Nueva Gales del Sur
14 febrero, 2019 12:18Australia se ha convertido en un mercado atrayente para las empresas españolas. Allí, en las antípodas de España, ACS y CAF se adjudicaron a finales de diciembre se hacían con la construcción y suministro de trenes para el tranvía de Parramatta, ciudad próxima a Sidney, por unos 1.520 millones de euros.
Y ahora acaban de resultar adjudicatarios de la mejora del transporte regional en Dubbo, al noroeste de la ciudad australiana. Un proyecto que incluye el suministro de nuevos trenes y está valorado en unos 800 millones de euros.
Australia, segundo mercado por ingresos para ACS
Con este nuevo proyecto, tanto el grupo que preside Florentino Pérez como el fabricante ferroviario refuerzan la presencia con que ya cuentan desde hace años en Australia.
Para ACS se trata de su segundo mercado por ingresos, a través de la filial Cimic, por detrás de Norteamérica, mientras que CAF está presente desde 2010 en el país, en el que ha logrado distintos pedidos.
Proyecto Dubbo
En cuanto al proyecto de Dubbo, comprende la mejora y financiación del sistema ferroviario regional, el suministro de los trenes y su posterior mantenimiento durante quince años.
Se ha logrado a través de un consorcio integrado por Cimic, CAF y el fondo DIF, según informaron las compañías. Los trabajos comenzarán este año con el fin de que estén listos, incluidos los nuevos trenes, en 2023.
Obsoleta infraestructura de Nueva Gales del Sur
En concreto, la filial australiana de ACS, a través de distintas filiales, se encargará de las obras de mejora de las líneas y la construcción de un nuevo centro de mantenimiento de los trenes. Su participación en el proyecto se estima en 725 millones de dólares australianos (unos 455 millones de euros).
Por su parte, CAF se encargará del suministro de 29 nuevos trenes regionales, tanto de tracción diésel como eléctricos, además de participar en la construcción del centro de mantenimiento y en la sociedad que operará el sistema de transporte, todo ello por unos 500 millones de euros.
El proyecto forma parte del plan del Gobierno de Nueva Gales del Sur de mejorar la red ferroviaria regional del Estado así como de reemplazar sus trenes, alguno de ellos de hasta 36 años de antigüedad.