Nadie quiere anunciarse en la fachada del Gran Teatre del Liceu. El teatro de ópera de Barcelona ha lanzado un concurso para costear la renovación de su cara que mira a Las Ramblas, y éste ha quedado desierto.
Según ha avanzado Expansión, el consorcio del equipamiento cultural, que se inauguró en 1847, está a punto de acometer un lavado de cara de la icónica fachada que mira al bulevar barcelonés. La intervención tendrá un presupuesto de 1,2 millones de euros y durará entre cinco y siete meses. Durante los trabajos de adecentamiento y limpiado, el Liceu buscaba un anunciante que estampara su marca en una gran carpa que cubriera las obras. Para ello, lanzó un concurso de 157.300 euros que ha quedado desierto.
Intervención en dos calles
Al parecer, la dirección del coso se dispone a actuar sobre los elementos que dan a Las Ramblas y a la calle Sant Pau. Asimismo, se renovarán cuatro vidrieras de estilo wagneriano que firmó el pintor y escenógrafo español Oleguer Junyent. La fachada que el Patronato del Teatro se dispone a poner a punto no forma parte de los elementos reconstruidos tras el incendio que desvastó la instalación en 1994.
Vista aérea del Gran Teatre del Liceu en Barcelona / CG
Pese a que no fue afectada por el fuego que devastó el templo operístico en 1994, la fachada del teatro se adecentó a toda prisa cinco años después para que estuviera a punto para la reinauguración del equipamiento. La intervención busca ahora lavar la cara a esta parte del edificio, que cuenta con tres vidrieras en la parte frontal, elementos que están cubiertos y tapiados en la calle Sant Pau.
'Los ojos' del Liceu, aparcados
Cualquiera que fuera la obra, ésta evitará entrar en nuevas polémicas, como la que rodeó al proyecto de rehabilitación del arquitecto Frederic Amat, que propuso incrustrar hasta 170 círculos de metal en la fachada del Liceu en 2016. Los llamados ojos de buey del teatro, construcciones de gres de un metro de diámetro, se colocarían sobre Las Ramblas y la calle Sant Pau y pretendían jugar con los reflejos luminosos y con las sombras, dotando al equipamiento de una "nueva personalidad".
El polémico proyecto de Frederic Amat para el Gran Teatre del Liceu / CG
El entonces director general, Roger Guasch, ahora director general corporativo del Real Club Deportivo Espanyol (RCDE), dio el visto bueno al proyecto, que lo tildó de "bueno para el Liceu y bueno para la ciudad". El que fuera consejero catalán de Cultura, Santi Vila, también avaló la innovadora intervención. Finalmente, la obra de Amat fue aparcada ante las reticencias del Ayuntamiento de Barcelona, que consideró que la colocación de los ojos no se ajustaba al plan de patrimonio del distrito de Ciutat Vella.