Emotivo homenaje de los familiares de las víctimas del 17A en Las Ramblas

Familiares de las víctimas del atentado yihadista en Barcelona el 17 de agosto de 2017 han depositado flores en Las Ramblas, lugar del ataque, en un emotivo acto. Los allegados, en un momento de alta tensión emocional, han colocado diversos ramos en un pedestal situado sobre el mosaico de Joan Miró, lugar donde frenó la furgoneta que utilizó el comando terrorista para atropellar mortalmente a 15 personas y herir a 150 doce meses atrás.

El homenaje de los familiares, muy aplaudido por los ciudadanos y turistas congregados en el bulevar, ha precedido al de las autoridades. La ofrenda oficial la ha presidido Teresa Cunillera, delegada del Gobierno en Cataluña, La han acompañado Quim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña; el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, amén de otras autoridades.

"Olvidadas"

El conmovedor homenaje de los familiares de las víctimas de las 16 personas --una de ellas falleció en Cambrils (Tarragona), en un intento de ataque similar horas después-- del 17A ha llegado un día después de que éstas denunciaran sentirse "abandonadas" por las autoridades. Los allegados pidieron además que los políticos pactaran una "tregua" durante la jornada y que no "utilizaran" ni "politizaran" su dolor.

En total, la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por el Terrorismo (UAVAT) atendió a 182 personas. Una de ellas denunció que han sido doce meses de "miedos, dolor, soledad e incomprensión" desde que la furgoneta conducida por Younes Abouyaqoub entró en Las Ramblas y embistió a todos los transeúntes que pudo, iniciando la cadena de atentados.

Politización

La llamada a "no politizar" la jornada no ha sido respetada. En el propio homenaje oficial ha acudido la mujer de Joaquim Forn, exconsejero de Interior y actualmente en prisión provisional por organizar el procés. Los secesionistas también han colgado pancartas en la plaza de Cataluña y Las Ramblas, lugar del atentado, contra la presencia del rey Felipe VI.

Los Mossos d'Esquadra no las han retirado porque han apuntado a que la competencia "era del Ayuntamiento de Barcelona", ya que los símbolos no suponían un "riesgo para los bienes o las personas" no tenían riesgo de caerse.