Grifols negocia adquirir el gigante chino de hemoderivados. La multinacional catalana informó ayer de que ha iniciado conversaciones para comprar Shanghai RAAS, líder en la producción de fármacos derivados del plasma y diagnóstico sanguíneo en Asia. La operación, que se vehicularía mediante un intercambio de una filial del grupo a cambio de acciones, costaría unos 4.390 millones de euros al cambio. El impacto sobre la cotizada española sería mayúsculo; no en vano Shanghai RAAS presenta una cotización de 9.660 millones en la Bolsa de Shenzhen.
En una nota enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Grifols precisó que la absorción se encuentra en una "fase inicial", que se concretaría en un "acuerdo inicial de cooperación". No obstante, la enseña transnacional que comanda Víctor Grifols Roura matizó que "todavía se está concretando la estructura de la operación y el correspondiente proceso de due diligence". Sobre calendario, si la operación prospera, debería ser aprobada por las juntas de accionistas de ambos grupos, amén de recibir la luz verde de las autoridades de la competencia, lo que demoraría la adquisición al primer semestre de 2019.
Filial a cambio de acciones
Según detalló el conglomerado español de fabricación de productos hemoderivados, la toma de control se produciría con la aportación de la filial de diagnóstico de Grifols, cuya cabecera es una sociedad estadounidense llamada Grifols Diagnostic Solutions Inc. A cambio, la compañía con sede en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) recibiría acciones de nueva emisión por parte de Shanghai RAAS.
La sede de Grifols en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) / CG
Si prospera, la compra de la compañía líder en la producción de derivados en China constituiría el segundo gran movimiento de la cotizada española en el país asiático. El pasado 10 de mayo, el conglomerado que fundó la familia Grifols anunció un acuerdo con la china Boya Bio-Pharmaceutical, líder nacional en la producción de medicamentos plasmáticos. La entente conllevó una inversión de 50 millones de euros y que la firma catalana tomara el control del 50% de los derechos políticos y económicos del proyecto. Con estos mimbres, la multinacional añadió que abriría con Boya una red de centros de donación de plasma.
Golpe de efecto
El anuncio de que Grifols busca fusionarse con Shanghai RAAS supone un auténtico golpe de efecto de la multinacional catalana, uno de mucho más calado que la operación de mayo. El grupo que la compañía española ha puesto en la diana cuenta con 41 centros de recogida de plasma en toda China y es líder del sector en Asia. Puede fraccionar dos millones de litros de plasma --recogió 1,1 millones el pasado año-- y cuenta con una homologación para comercializar productos en Estados Unidos. Cotizada en la Bolsa de Shenzhen, la primera ciudad que se benefició de los programas de Reforma y Apertura del gobierno comunista chino, su capitalización es de unos 11.000 millones de dólares, 9.660 millones de euros al cambio.
La información de que el grupo catalán busca morder en el mercado chino sigue a otro anuncio de calado hecho recientemente por la multinacional: el de que ha logrado ralentizar el progreso del alzhéimer en un 61% en los pacientes en la fase moderada de la enfermedad degenerativa. Lo consiguió Grifols mediante extracciones periódicas de plasma en los enfermos y sustituyéndola por una solución de albúmina, una proteína de tipo plasmático. Tras hacer público el éxito del test médico, el conglomerado se disparó cerca de un 9% en la Bolsa de Madrid.