Claves para que una casa mejore su sostenibilidad energética sin arruinarse
Antes de acometer una reforma, conviene acudir a varias compañías especializadas, pedir presupuesto y comparar las distintas ofertas
28 octubre, 2018 13:31Ahora que se acerca el invierno, puede que nos planteemos reformar nuestra vivienda para convertirla en un hogar más eficiente energéticamente y ahorrar en iluminación y, sobre todo, en calefacción.
Pero hacerlo tiene un coste: las obras, las tasas administrativas, el precio de financiar la operación con un préstamo personal o con otro producto bancario… Para que nuestros bolsillos no sufran más de la cuenta, desde el comparador financiero HelpMyCash.com recomiendan tener en cuenta varias claves que nos ayudarán a ahorrar una buena suma de dinero.
Pedir presupuesto a varias empresas
En primer lugar, debemos ser conscientes de que el precio de una reforma eco puede variar mucho dependiendo de las mejoras que queramos llevar a cabo, de los materiales que utilice la empresa instaladora y de las tarifas que aplique. Por ejemplo, no es lo mismo poner un doble cristal en todas las ventanas, que nos puede costar unos 250 euros por unidad, que instalar placas solares térmicas, cuyo precio puede dispararse por encima de los 5.000 euros.
Por ello, conviene acudir a varias compañías especializadas en reformas del hogar, pedirles un presupuesto y comparar las distintas ofertas para elegir la que nos parezca más atractiva. Si no queremos desplazarnos, hay páginas web como Habitissimo en las que podemos colgar nuestro proyecto para que las propias empresas se pongan en contacto con nosotros. Además, podremos consultar opiniones sobre diversas compañías.
El precio no lo es todo
Hay que recordar, eso sí, que el precio no lo es todo, pues hay otros factores que debemos tener presentes: los materiales que se van a usar, el tiempo previsto para completar la reforma, el ahorro que obtendremos a largo plazo…
Asimismo, por ajustado que sea el presupuesto, siempre es aconsejable disponer de un colchón de dinero ahorrado para hacer frente a los gastos imprevistos que puedan surgir.
Elige un buen préstamo y aprovecha las subvenciones
En segundo lugar, hay que elegir bien la financiación. Imaginemos, por ejemplo, que queremos instalar aislamiento en el suelo y en el techo, placas térmicas para calentar el agua, un sistema de tratamiento de aguas grises y una caldera de condensación. Sin contar con la licencia de obras, el presupuesto de esta reforma podría, según la guía de precios de Habitissimo, superar los 10.000 euros, así que quizás necesitemos un préstamo para cubrir todo o una parte de su coste.
Actualmente, unos pocos bancos ofrecen préstamos verdes diseñados específicamente para financiar reformas eco, cuyo interés es muy bajo. No obstante, los préstamos personales genéricos o específicos para reformas que conceden la mayoría de los bancos y otras entidades alternativas (establecimientos financieros de crédito como Cetelem o Cofidis, por ejemplo) también pueden tener unas condiciones realmente atractivas. Por ello, desde HelpMyCash.com recomiendan comparar varios créditos y quedarse con el que tenga un interés más bajo, menos comisiones y menos productos asociados.
Asimismo, aconsejan echar un vistazo a las distintas subvenciones que se ofrecen desde las administraciones estatales, autonómicas y locales para mejorar la eficiencia energética de las viviendas. En las páginas web de las distintas instituciones pueden encontrarse las ayudas activas en este momento.
También puedes ahorrar en luz y calefacción sin hacer reformas
Y para terminar, existen algunas mejoras energéticas que podemos llevar a cabo sin necesidad de hacer reformas. Por ejemplo, podemos ahorrarnos un buen dinero en luz o en gas si cambiamos las bombillas incandescentes o halógenas por unas de bajo consumo o LED, si mantenemos el termostato a una temperatura estable de 21 grados centígrados o si lavamos la ropa a 30 grados en vez de a 90.
Desde el comparador HelpMyCash.com también recuerdan que es muy importante elegir una tarifa de luz y de gas adecuada. En ese sentido, hay que seleccionar una potencia adaptada al consumo del hogar, pues tener contratada una potencia más alta de la necesaria nos puede hacer pagar un buen dinero de más en cada factura.