Los turistas chinos, fuente de inversión en España / EFE

Los turistas chinos, fuente de inversión en España / EFE

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Los chinos invierten en España 14.000 millones entre 2014 y 2018, un 800% más

Telecomunicaciones, hostelería, inmobiliario y energía son los sectores preferidos por el capital asiático para esta inversión

23 agosto, 2018 12:41

La recuperación de la economía española y el aumento del poder adquisitivo del consumidor chino han provocado que la inversión china en España haya experimentado un incremento, superior al 800%, entre 2014 y 2018, para acumular 15.700 millones de dólares (algo menos de 14.000 millones de euros).

Los asiáticos han canalizado básicamente esta inversión a través de sectores como las telecomunicaciones, la hostelería, la energía y el inmobiliario, según Solunion, compañía experta en seguros de crédito participada al 50% por Mapfre y la aseguradora de crédito Euler Hermes.

Liberalización financiera

Solunion indica que China continuará intensificando y diversificando sus inversiones por tres motivos principales, entre los que se encuentran su liberalización financiera gradual, que desencadena flujos de capital bidireccionales con la Unión Europea y su iniciativa 'Belt and Road' con la que pretende conectar Europa, Asia del Sur-Oriental, Asia Central y Oriente Medio a través de la ruta de la seda y la creación de una ruta marítima paralela.

Un tercer motivo se ligaría con la estrategia china de fabricación 2025, que tiene como objetivo mejorar la calidad de los productos del país a través de transferencias de tecnología, especialmente desde Europa.

Atractivo del turismo

Además, la percepción de los inversores chinos de que el coste de inversión en Europa es más bajo y el aumento del atractivo de la inversión en hostelería gracias al sector turístico español, junto con el incremento de la demanda de entretenimiento, son otros impulsos para el aumento de estas transacciones.

Sin embargo, el reciente discurso del proteccionismo y las llamadas en Europa a proteger intereses estratégicos, podrían moderar las ambiciones chinas, a menos que cumpla con sus demandas para proteger mejor la propiedad intelectual, reduzca el papel del sector público en la economía, y disminuya las barreras al comercio y a la inversión.