Adolfo Domínguez y su hija Adriana

Adolfo Domínguez y su hija Adriana

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Adriana, la hija del jefe, reduce grasa a Adolfo Domínguez y sube un 60% en bolsa

No le ha temblado el pulso para cerrar las tiendas improductivas, promover la unificación de marca y reducir personal; y hacerlo con acuerdo sindical incluido

14 julio, 2018 00:00

Un año después de que su padre la promoviera a directora general de Adolfo Domínguez y que desde mayo asumiera el cargo de consejera delegada, los recortes aplicados por Adriana Domínguez empiezan a dar sus frutos. Cuando aterrizaba en la dirección ejecutiva, la cadena textil cotizaba en el entorno de los 5 euros. Ahora se mueve en los 8. Subida del 60% en menos de 12 meses.

Nada se ha escapado a la estricta dieta aplicada por la primogénita del jefe para enderezar una nave que llevaba años a la deriva y sin rumbo definido. La tijera se ha aplicado a todo. A la propia marca, a la red comercial y al personal.

Menos tiendas, pero más ventas en las abiertas

Y los resultados empiezan a verse. Adolfo Domínguez, tras perder 23 millones en su ejercicio fiscal 2017 (marzo 2017-febrero 2018), ha iniciado 2018 con nuevas pérdidas, pero ya muy atemperadas. De 2 millones hasta mayo, un 20% menos gracias al cierre de las tiendas menos rentables y la mejor productividad de las que siguen abiertas.

En un año, con 35 puntos de venta menos, la facturación se ha incrementado un 10%, mejorando el 50,5% el resultado operativo. Los 1,8 millones negativos de hace un año se quedan ahora en 929.000 euros en rojo.

Llegada sorprendente

Llegaba Adriana Domínguez al frente de la multinacional presidida por su padre de una manera un tanto sorprendente. Nueve días antes de que, el 21 de julio de 2017, fuera nombrada directora general, nada hacía presagiar en la junta de accionistas que ese ascenso pudiera producirse de manera tan inminente.

Aunque, tras la negociación fallida con Costas Antimissaris para ocupar el puesto de consejero delegado del cesado Estanislao Carpio, se abrió de par en par la apuesta como principal ejecutiva a la primogénita de Adolfo Domínguez.

Fulgurante ascenso

Todo se aceleraba en noviembre de 2016. La cadena textil gallega descartaba la contratación del griego Antimissaris –ex de Inditex y de Marks & Spencer-- y Adolfo Domínguez se decantaba por la opción familiar para dirigir el grupo. Adriana era nombrada consejera, ascendida a directora general hace un año y, desde hace dos meses, a consejera delegada.

Sus 17 años en el grupo, con cargos de responsabilidad en las áreas de Comunicación, Perfumes y presidencia de la Fundación AD, la avalaban. Además, y al margen de los cargos, su involucración directa la había llevado a liderar el diseño de las concept store, la creación de cinco colecciones cápsula de la línea de moda mujer o la renovación de Agua Fresca de Rosas o el lanzamiento de Rosas Blancas.

Sin tiempo que perder

Todo un bagaje que no tardaba ni un minuto en aplicar. No había tiempo que perder. El grupo recibido presentaba una dura realidad en febrero de 2018, al cierre de su ejercicio fiscal 2017-18. Pérdidas de casi 23 millones que contrastaban con el beneficio de 7,6 millones de un año antes. Logrado en buena medida por el ingreso extraordinario de 45 millones por la venta, en enero de 2016, de un local en el paseo de Gràcia de Barcelona.

A partir de aquí, el ajuste acometido por Adriana Domínguez no ha parado. Así, los 531 puntos de venta con que contaba el grupo hace dos años se han reducido el 11,5%, hasta 470, consiguiendo, no obstante, compensar poco a poco los lógicos menos ingresos con más ventas por tienda. Una ratio que se incrementaba un 10% en los últimos 12 meses tras cerrar 35 puntos de venta. De esta manera, la firma de moda genera 2,1 millones más con 61 tiendas menos que en 2016.

Unificación de marca y cierre del ERE

Una reestructuración de los espacios que pasa por reducir la presencia en España y aumentarla en mercados foráneos. De momento, la red internacional de Adolfo Domínguez ya alcanza el 49% de las tiendas, cada vez más cerca del objetivo previsto de que en 2019 los puntos de venta en el exterior superen a los nacionales.

A partir de aquí, el siguiente gran hito estratégico de Adriana Domínguez pasa por unificar la marca. Se acabaron las colecciones AD+ y U. A partir del próximo otoño todo será Adolfo Domínguez, el nombre bajo el que se comercializarán todas las prendas y complementos.

Como es lógico, todos estos ajustes pasaban por la reducción de la plantilla, para la que la consejera delegada acaba de cerrar un acuerdo con los representantes sindicales de los trabajadores. Así, el expediente de regulación de empleo anunciado el pasado mes de mayo sale adelante con una reducción notable de los afectados. Saldrán 56 de los 119 empleados inicialmente estimados.