Pasajeros del crucero Zenith de Pullmantur, que se incendió en 2013, dejando a los pasajeros a la deriva en Italia / CG

Pasajeros del crucero Zenith de Pullmantur, que se incendió en 2013, dejando a los pasajeros a la deriva en Italia / CG

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Pullmantur: la justicia castiga el 'crucero del horror'

La naviera, condenada a pagar 400.000 euros a los pasajeros del 'Zenith', en el que ardió la sala de máquinas y quedó a la deriva

7 marzo, 2018 00:00

Pullmantur: la justicia condena el crucero del infierno. La naviera deberá pagar cerca de 400.000 euros a unos 400 pasajeros del buque Zenith que vieron como se frustraba su travesía por el Mediterráneo a causa de un incendio en la sala de máquinas. Pese a que la compañía ofrecía sólo 500 euros por turista, la Audiencia Provincial de Madrid ha elevado la compensación a un máximo de 1.000 euros.

Según ha informado a este medio Antonia Barba García, letrada representante de la Asociación de Afectados, las indemnizaciones a los pasajeros (800 euros por viajero, 1.000 si viajaban en luna de miel) "hubieran podido ser incluso mayores", habida cuenta de los precedentes de incidentes similares en buques de recreo. "En otro caso de pérdida de oportunidad, cuando se averió un buque, los pagos han alcanzado los 650 euros. Aquí se ha agrupado el no disfrute del crucero y el daño moral, por lo que es imposible saber cuánto totaliza este último concepto", lamenta. En cualquier caso, la letrada explica que la industria crucerista carece de baremos de pago por sucesos como sí ocurre con los accidentes de tráfico.

Pullmantur: "Fuimos diligentes"

Pullmantur Cruceros ha hecho hincapié en sus esfuerzos para minimizar el daño a los pasajeros. "Se encargó de coordinar la asistencia desde el inicio del incidente y la posterior repatriación de los pasajeros a sus lugares de origen. Igualmente, Pullmantur les reembolsó el total abonado y se les ofreció una compensación ya que su viaje se tuvo que cancelar. El motivo fue una avería en un compartimento de la sala de máquinas ocurrida en la madrugada del 25 de junio de 2013 (el viaje comenzó el 24 de junio de 2013)", ha indicado una portavoz.

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Un pasajero y su hija, durmiendo en una zona común del Zenith, crucero que sufrió un incendio en 2013 / CG

"Esta avería afectó al motor principal del barco --ha continuado--, lo cual supuso una pérdida de propulsión del buque lo que impedía continuar con el itinerario previsto. Si bien tuvimos una reacción positiva por parte de la mayoría de los pasajeros a las acciones tomadas, comunicaciones y ofrecimientos, hubo un grupo de 400 pasajeros (de un total de 1.672) que acudieron a los tribunales. Finalmente, estos han determinado una compensación para este grupo en la línea en la que Pullmantur vino ofreciendo desde el mismo momento en el que plantearon su demanda judicial. El resultado de las compensaciones responde a que la actuación de Pullmantur Cruceros ante la avería y sus consecuencias fue –en todo momento- diligente".

"La peor experiencia de mi vida"

Cualquiera que sea la versión de la firma, los pasajeros del crucero, que partió de Rávena (Italia) el 24 de junio de 2013 y sufrió un grave incendio horas después, narran lo que fue "de las peores experiencias de su vida". M., una de ellas, recuerda a Crónica Global que los viajeros "tuvieron que salir atropelladamente de sus camarotes de madrugada para recalar en la zona de piscinas. Después, estuvieron unas 24 horas tirados en las zonas comunes sin apenas agua, comida y acceso al baño".

"Estuvimos prácticamente un día a la deriva con ausencia de información por parte de la tripulación. Y con la sensación de que el barco ardía: salía un denso humo negro. La situación no se solucionó hasta que fuimos remolcados hasta Venecia", ha agregado la pasajera.

"La gente orinaba en botellas"

Más duro es el presidente de la Asociación Afectados Pullmantur Incendio Zenith 24/06/2013. "Embarcamos a las diez de la noche en Rávena. A las 3.30 de la madrugada, nos despertamos por ruidos en el exterior y un tremendo olor a quemado. Nunca sonó ninguna alarma. Nos asomamos al pasillo y vimos a gente corriendo y alterada. Nos pusimos los chalecos y subimos a cubierta. Había un montón de gente --el Zenith tiene capacidad para 1.800 pasajeros-- y tripulación gritando '¡Mujeres y niños primero!' y preparando los botes como en las películas. Pasé miedo porque mi mujer no sabe nadar", explica.

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Pasajeros del Zenith durante el casi desalojo del crucero / CG

"En aquel momento sí sonó la alarma y alguien envió un mensaje por megafonía. Se oían gritos de fondo. Pensábamos que íbamos a abandonar el barco, pero no ocurrió. A las pocas horas, pudimos ir al comedor. Pero volvió a sonar la alarma al mediodía y tuvimos que volver a salir durante dos horas. En el ínterin, escaseaba la comida, el agua y los lavabos estaban taponados. La gente orinaba en botellas. No podíamos bajar a los camarotes salvo para coger ropa. ¿Información? Nunca dijeron que había un incendio. Pero era evidente", agrega.

"Un servicio lamentable"

El pasajero, junto a otros 400 españoles que viajaban en el buque, tuvo que esperar a que un remolcador entrara el bajel en el puerto de Venecia. "Algunos se fueron directos al aeropuerto y de vuelta a España. Otros decidimos quedarnos, pero Pullmantur fue cicatera con los hoteles. A mis cuñados, que estaban de luna de miel, les habían arruinado el viaje. Para rizar el rizo, tuvimos que tirar toda la ropa: el olor a humo y neumático quemado no se iba", narra.

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Pasajeros del crucero Zenith de Pullmantur, durante la casi evacuación del buque, que sufrió un incendio /  CG

La naviera ofreció devolver el dinero del crucero y un descuento a los afectados. Curiosamente, a los pasajeros que debían realizar el viaje de vuelta (Atenas-Rávena) les compensó con una cantidad mayor: reembolso más un porcentaje mayor de descuento. "Y eso que no sufrieron la tragedia", critica el turista. Después, ya con la asociación constituida, la naviera --una marca de Royal Caribbean y controlado al 51% por el fondo de capital riesgo Springwater-- ofreció 500 euros por daños morales a cada viajero. El Juzgado de Primera Instancia número 55 de Madrid aumentó la cantidad a 800 euros. La Audiencia Provincial ha estimado parcialmente su recurso y agregado sólo 200 euros más a los novios que viajaban de luna de miel. Pese a considerar la cuantía insuficiente, el colectivo no recurrirá al Tribunal Supremo, pues admiten estar "agotados" tras cuatro años y medio de lucha contra una naviera que ven "insensible y chapucera".