Sergi Arola se defiende: "Los restaurantes caros son un mal negocio". El cocinero catalán (Barcelona, 1968) ha acallado las críticas vertidas en varios medios y en las redes sociales anunciando un plan de expansión que se centrará en bufés "de entre 25 y 60 euros el cubierto".
El chef, que en España comanda el restaurante homónimo en el Hotel Arts de Barcelona, ha indicado a este medio por fuentes de su entorno que "es un profesional de fórmula low cost".
Lo que es más, ha zanjado los comentarios hirientes en periódicos y redes sociales con un análisis: "El restaurante caro me aburre. Son más rentables los cenadores de entre 30 y 60 euros el cubierto".
Negocios a todo gas
Después de que diversos medios publicaran que el cocinero --que tiene una estrella Michelin por su establecimiento LAB by Sergi Arola en el Penha Longa Resort de Lisboa (Portugal)-- pasa por una crisis personal y económica, él mismo ha revelado un ramillete de proyectos para contestar a sus críticos.
Aperturará más restaurantes Vi Cool, Rubia y Gallega, Por la Jeta o Cartas con Firma con el objetivo de convertirlos en cadenas. De la primera enseña, de hecho, ya tiene tres establecimientos: en Roses (Girona), Ibiza y Madrid. La expansión la pilotará la prestigiosa firma Dreams Franchises.
En paralelo, Arola acaba de participar como jurado en la versión chilena de Masterchef y continúa al mando de sus restoranes en la capital lusa y el Hotel Ritz de Santiago de Chile.
"Ni caso de los rumores infundados. Está en plena forma. Ha diversificado negocios fuera de España y prepara una cartera de aperturas en España y a nivel internacional. Pero la gente lo juzga por su look roquero, con tintes moteros y rebeldes", han agregado las mismas fuentes.
"Icono de la gastronomía"
Las mismas voces cercanas al chef han recordado que el profesional "fue uno de los primeros en ganar una estrella Michelin en España". ¿Por qué los duros juicios? "Porque prefiere no relacionarse con la comunidad gastronómica de alto nivel y va a su aire. Pero es un icono", han añadido.
Si bien las fuentes consultadas admiten la deuda de siete millones que dejó el cierre de Gastro en Madrid, insisten en la reconversión del prestigioso cocinero. "Abrirá restaurantes casi de lujo, pero con cubiertos de hasta 60 euros. Buscará fidelizar público: gente que vaya con asiduidad. Cree que tienen un gran futuro".
Con lo que respecta al negocio que clausuró en la capital, personas cercanas al paladín de la cocina de vanguardia han recordado que será un proceso mercantil "largo y que aún está inconcluso".
En el mismo sentido, las fuentes consultadas niegan influencia alguna de sus dos exparejas, Sara Fort y Silvia Fominaya, de las que Arola ya se habría desvinculado.