Una imagen de la finca Arcs Llacuna, el establecimiento rural gestionado por la empresaria María Vaqué / CG

Una imagen de la finca Arcs Llacuna, el establecimiento rural gestionado por la empresaria María Vaqué / CG

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María Vaqué, ex consejera delegada de Cevasa, refuerza su negocio de turismo rural

Inyecta 2,6 millones en la sociedad que explota una casa con ocho apartamentos en la provincia de Barcelona tras desprenderse de inmuebles de la familia

6 diciembre, 2017 00:00

La empresaria María Vaqué ha reestructurado el patrimonio que gestiona junto a sus hijos. Ha reforzado en 2,6 millones de euros el capital base de una sociedad creada para regentar su negocio de turismo rural, Arcs Llacuna. La ejecutiva indica que obtuvo este importe por la venta de otro inmueble de la familia y que se decidió sumar el capital a una de las sociedades que constituyó para explotar una masía situada en la comarca de la Anoia (Barcelona).

Situada en el pueblo de La Llacuna, el alojamiento cuenta con ocho apartamentos. Tres de ellos independientes de la finca principal. Los expertos del sector valoran que se trata de un establecimiento de un nivel superior si se compara con otros del mismo segmento de actividad, ya que los Vaqué transformaron la antigua bodega en una zona de aguas y sirven el desayuno a los comensales.

Cevasa e Inoxcrom

La gestión la lleva directamente María Vaqué, una empresaria esquiva con los medios de comunicación pero que ha ocupado varios. Fue apartada de la ejecutiva de la Compañía Española de Viviendas en Alquiler (Cevasa) en enero de 2013 tras salir a la luz los movimientos de autocartera que había realizado junto a su hermana Empar y que les habrían beneficiado en un momento de estrechez económica, tal y como se indicó desde la cúpula de la compañía.

Cuenta con uno de los patrimonios más nutridos de Cataluña por haber sido una de las herederas de Inoxcrom, la famosa productora de bolígrafos y estilográficas. La fundó su padre, igual que Cevasa, en la década de los 50. Pero tras su fallecimiento, los tres herederos de la compañía se enfrentaron por la continuidad en un momento en el que amasaba números rojos.

Finalmente las hermanas María y Empar Vaqué vendieron el grupo por un euro al empresario Alberto Novel, que a su vez lo traspasó a Sebastià Clotet. Fue este ejecutivo el que finalmente declaró el concurso de acreedores del grupo por el pasivo que soportaba.

Actualmente las vinculaciones empresariales de Vaqué se centran exclusivamente en el sector inmobiliario.