Barcelona-Buenos Aires, próxima batalla entre el bajo coste y aerolíneas de bandera. Las low cost Norwegian y Level, si se confirman las intenciones de la primera, competirán contra Air France-KLM, Air Europa, Aerolíneas Argentinas y American en la ruta entre la segunda mayor ciudad española y la capital argentina a partir de octubre.
La última en anunciar que sopesa operar la conexión transatlántica es Norwegian. La operadora escandinava ha entrado 156 peticiones de conexiones en el estado sudamericano. Espera empezar a operar algunas de ellas antes de 2018, cuando empiece el verano austral.
Para lograrlo, la compañía aérea que dirige Bjørn Kjos se enfrentará a dos retos: la rentabilidad y los procesos administrativos. El primero es crucial. "El enlace es muy largo en términos de combustible, aunque creemos que puede ser rentable", indican fuentes de la operadora.
"Demanda insatisfecha"
El segundo no depende de la aerolínea de moda en el aeropuerto de El Prat.
La compañía ha entrado 156 peticiones de conexiones aéreas, algunas de ellas claramente ineficientes. El próximo 6 de septiembre, un comité mixto evaluará qué enlaces puede operar. Con esta concesión gubernativa, Norwegian decidirá.
"Creemos que aún existe demanda insatisfecha entre Barcelona y Argentina", han señalado fuentes de la aerolínea, sin especificar qué destinos prefiere en el país.
Level: un 67% más
Quizá por la existencia de ese nicho de mercado inexplorado, Level se avanzó a su gran rival en julio y anunció un aumento del 67% de capacidad en la ruta aérea a Buenos Aires partir de octubre.
La hermana mayor de Iberia volará de Barcelona a la capital bonaerense los lunes, miércoles, jueves y domingos durante la temporada de invierno.
Las conexiones suponen un notable incremento de asientos respecto a las tres conexiones actuales de verano, que despegan de la Ciudad Condal los martes, jueves y sábados desde el pasado 17 de junio.
"No hay diferencia de precio"
Al envite de las low cost tratarán de resistir las tradicionales. Aerolíneas Argentinas (AA), que vuela cinco veces por semana a la capital federal, asegura que "apenas existen diferencias de precio entre las convencionales y las bajo coste".
Según Silvia Serra, responsable comercial en Barcelona, Aerolíneas no ha notado el pressing de la guerra aérea de precios. "Nuestros vuelos van prácticamente llenos. Uno, por el tráfico étnico: los argentinos que viven en Europa y visitan a familiares. Dos, por la turoperación. Y tres, por el tráfico corporativo", enumera.
"Volar entre Barcelona y Buenos Aires sin escalas no es fácil. Requiere de grandes aviones y mucha infraestructura. Es complejo hacer rentable la ruta. En este caso, las tradicionales contamos con algo de ventaja por nuestro anclaje en el continente y servicios a bordo", asegura.
"Hay espacio para más"
Uno de los intermediarios que peina la oferta del mercado a Argentina es Iltrida Viatges. La agencia española confirma que hay viajeros "muy sensibles al precio", lo que facilita que "aún exista mercado no cubierto con Barcelona".
"Es cierto que Level ofrece precios competitivos. En el 10-15% de ocasiones, la tarifa es bastante inferior a la de una aerolínea convencional: vuelas por 300 euros. Pero Norwegian cuenta con buena reputación entre los pasajeros", recuerda su departamento comercial.
Según la firma, la compañía que se llevará la mayor cuota de mercado será la que juegue mejor con las ancillaries. "Hay pasajeros que valoran mucho el precio; otros que prefiere disfrutar de wifi gratuita a bordo o de los extras, como neceseres o antifaces", remachan.