El caos de El Prat y la turismofobia noquean la imagen de Barcelona

Las largas colas en el aeropuerto de El Prat y los brotes de turismofobia han noqueado la imagen de Barcelona este verano. Los expertos temen que se produza un efecto destino inseguro a medio plazo. Ello, agregan, beneficiaría a los rivales turísticos de la Ciudad Condal.

La capital catalana ya ha cedido parte de su reputación digital. Según Google Trends, el interés por buscar las palabras "Barcelona airport" creció un 40% el viernes, 4 de agosto, coincidiendo con la primera jornada de paros parciales del personal de los filtros de seguridad.

Algo similar ocurrió con las combinaciones "Barcelona airport strike" (Barcelona, aeropuerto, huelga), que repuntó casi un 100%, y "Barcelona delays" (Barcelona, retrasos), cuyo interés en Google se incrementó un 80%.

Igualmente, la combinación "Barcelona bus" devuelve resultados significativos. El interés por buscar ambas palabras creció un 50% desde el 29 de julio, día en el que trascendió que Arran atacó un autobús turístico en la zona del Camp Nou.

Problemas en las redes sociales

En el mismo sentido, la reputación de la capital catalana en las redes sociales también ha empeorado. Según recoge la herramienta de medición de hashtags de Twitter KeyHole, las palabras "Barcelona Airport" fueron buscadas de forma muy intensa el viernes por la mañana, primer día de paros, aunque no de conflictos.

El portal subraya que el 68% de los mensajes tenían un componente negativo.

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Los tuits con las palabras 'Barcelona airport' llegaron a 7 millones de personas el viernes. El 68% fueron negativos / CG

Lo mismo ocurrió el 30 de julio con las palabras "Barcelona bus" tras publicarse la información del asalto con espray y navaja al autobús para visitantes por parte del grupo radical.

"Arruina la experiencia"

Los expertos alertan de los efectos del vandalismo y el colapso de El Prat sobre el turismo.

"Me preocupan las molestias que pueda causar la huelga de seguridad en los visitantes. Puede dejarles una mala sensación y arruinar su experiencia, minando su capacidad de prescribir el destino", ha indicado Ricard Santomà, decano de la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera Sant Ignasi de la Universidad Ramon Llull.

El profesor, sin embargo, no teme los efectos a largo plazo. "Los visitantes saben que una protesta laboral no es una cuestión estructural. Sufren las molestias y se resignan. Lo que sí es importante es comunicar desde el aeropuerto. Considero que las aerolíneas han cumplido. La instalación, no".

Vandalismo, más peligroso

Más graves pueden ser las consecuencias de los ataques antiturismo masivo.

"Es muy preocupante y precisa de una respuesta política y policial contundente El turismo es una industria muy delicada", valora Alberto Galloso, socio-director de la firma Soluciones Turísticas.

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Militantes de Arran, en una acción contra el turismo masivo en Palma de Mallorca / EFE

"Barcelona juega en una liga en la que los destinos rivales se lanzarán a hurgar en la herida para llevarse su trozo de pastel", ha agregado el directivo.

"Mercados como el de EEUU o el británico son muy sensibles a estos actos vandálicos. Yo recomendaría respuestas políticas y policiales. Y si esto va a más, lanzar una campaña comunicativa de publicidad y en los medios".

"No ayuda"

A pie de agencia de viajes, de momento, no se han registrado cancelaciones de reservas.

"Hay mucha preocupación entre los clientes, eso sí. Por lo pronto, por la huelga en El Prat. Lo resolvemos insistiendo en que deben acudir al aeropuerto con bastante antelación", admite Jaume Torres, gerente del turoperador Incoming, de Tarannà Viatges.

"Son hechos que no ayudan para nada a la industria, eso seguro. Dañan al sector turístico y requieren de remedios a corto plazo", dice el intermediario.