La celebración de los 150 años de Aguas de Barcelona (Agbar) se ha convertido este miércoles 14 de junio en un alegato a favor de los modelos de colaboración público-privados en la gestión de servicios públicos que dinamizan la sociedad desde el punto de vista económico, social y consolidan el bienestar.
Así lo ha defendido el máximo ejecutivo de la compañía, Àngel Simón, en un discurso seguido desde la primera línea por el presidente catalán, Carles Puigdemont, que ha terminado con un ruego: “Los trabajadores de Agbar le queremos pedir que mantenga el actual modelo de éxito”.
Apoyo de Puigdemont
Y Puigdemont ha recogido el guante. Ha dado el espaldarazo a la compañía al reconocer la calidad de su servicio y el papel que ha jugado en la reducción de los consumos en el área metropolitana. “Nos tenemos que felicitar porque todos juntos hemos avanzado para dar al agua el valor que se merece”.
“Os animo a hacer lo mismo con rigor, honestidad y voluntad de servicio”, ha concluido. El presidente ha hecho referencia al “debate público de los modelos de gestión” que se ha intensificado en los últimos meses.
Se ha mostrado partidario de mantenerlo, pero con una condición: “Lo correcto no es debatir sobre quién debe gestionar el servicio, sino definir los elementos que se deben tener en cuenta para la prestación de los mismos”.
Colau y su equipo de gobierno, los grandes ausentes
Es decir, que la ciudadanía perciba que la “gestión es óptima con la garantía del servicio público”. Ello pasa por el "binomio liderazgo público y diversidad de los proveedores”.
Puigdemont ha reclamado que se valore "quién es el mejor para el servicio sin caer en apriorismos”. Un toque de atención ante la oleada de los procesos de remunicipalización impulsados por consistorios liderados por la llamada izquierda radical.
Para Agbar, la pugna principal es la que mantiene en Barcelona con el equipo de gobierno encabezado por Ada Colau, los grandes ausentes en el acto.
¿Fin de la ‘guerra del agua’?
El discurso del presidente catalán marca distancias con sus predecesores en la Generalitat. Las dos legislaturas de Artur Mas estuvieron marcadas por la guerra del agua. La batalla por el control de Aigües Ter Llobregat (ATLL) que enfrentó a Agbar con Acciona, titular del servicio, y la Generalitat.
El conflicto llega a su etapa final. El Tribunal Supremo tiene pendiente redactar la resolución final sobre la concesión de 2012 que está en manos de Acciona y que fue enmendada por el TSJC y el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público. Pero parece que el Gobierno catalán ha enterrado el hacha de guerra.
Rull y Serret
Ahora, Puigdemont y los consellers de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, y Agricultura, Ramadería y Pesca, Meritxell Serret, han arropado a Agbar en la efeméride.
Lo han hecho junto a una representación destacada de altos cargos tanto de la Generalitat y de empresas públicas como el ACA.
Han asistido el presidente, Jordi Agustí, y el gerente, Lluís Ridao. Algo inaudito en etapas anteriores, cuando el conflicto de ATLL estaba a niveles máximos.
Trias, el representante de Barcelona
Ante la ausencia de Colau y sus concejales, la representatividad del Ayuntamiento de Barcelona ha pasado al líder del Grup Demòcrata, el nuevo nombre de CiU.
La entrada de Xavier Trias, el predecesor de la alcaldesa en el cargo, y la concejal Sonia Recasens en el auditorio del Museo de las Aguas ha sido notoria. Ambos han llegado tarde. Bajo su mandato se creó la empresa de gestión mixta cuyos decretos de creación fueron anulados por el TSJC (y recurridos en el Supremo) y que BComú quiere desmantelar desde la presidencia del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
Balmón ‘regresa’ a un acto de Agbar
La tensión entre el gobierno supramunicipal, en el que también participan PSC y ERC, y la compañía son notorias. Propició que en la pasada celebración del día mundial del agua, el principal evento público del año para Agbar, el socialista Antoni Balmón declinara participar. El alcalde de Cornellà del Llobregat, ciudad donde se encuentra el Museo de las Aguas, también ocupa la vicepresidencia del AMB.
Este miércoles se ha sentado en la primera fila, junto a Simón y Puigdemont. Del gobierno metropolitano también ha asistido Ramon Torra, director de servicios centrales.
Marín, Ballesteros y Albiol
Además de Balmón, el PSC ha sido representado por la alcaldesa de Hospitalet del Llobregat, Núria Marín, y el primer edil de Tarragona, Josep Félix Ballesteros.
En cuanto al resto de fuerzas políticas, ha destacado la presencia de Xavier García Albiol. Igual que el presidente Puigdemont, Rull y Serret, el líder del PP catalán ha salido de la sesión de control del Parlament para participar en el acto.
Se ha encontrado allí con el exlíder de la desaparecida Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, sentado junto al presidente del Grupo Godó, Javier Godó, y una fila por detrás de David Madí, hombre clave en CiU en el mundo de los negocios cuando la formación nacionalista estaba en la oposición.
Empresariado y sociedad civil
La gestora de aguas del grupo Suez ha contado en el acto con una amplia representación del empresariado y los principales actores sociales de Cataluña. Han participado José Luis Bonet (Fira Barcelona y Cámara de Comercio de España), Joaquim Gay de Montellà (Foment del Treball), Xavier Carbonell (Cámara de Comercio de Barcelona), Antoni Abad (Cecot), Pau Herrera (BCD), Matías Carnero (UGT) y Miguel Ángel Escobar (UGT), entre otros.
Miguel Raventós, exmiembro del consejo de Agbar durante la presidencia de Fornesa, los letrados Cristóbal Martell (Martell Abogados), Pablo Silván (Ramón y Cajal) y Miquel Roca (Roca Junyent) también se han dejado ver. Junto a ellos han participado los máximos responsables de Creu Roja, Confavac y la Fundación Esperanza.
Reivindicación del compromiso social y la innovación
Y es que otra de las reivindicaciones que ha hecho el presidente de Agbar es la del compromiso de la compañía con el desarrollo social y la innovación.
Ha recordado que 50.000 personas son beneficiarias de las ayudas del fondo de solidaridad que se puso en marcha “tres años antes" de la ley catalana para luchar contra la pobreza energética; que el I+D se lleva anualmente 20 millones de euros de inversión y los esfuerzos para constituir una compañía respetuosa con el medio ambiente.
“Aguas de Barcelona es una empresa creadora de bienestar territorial que aporta 904 millones a Cataluña”, ha manifestado Simón. "Somos el 0,42% PIB”, ha agregado, antes de aportar otros datos para señalar la importancia de la gestora de aguas en la definición de Cataluña.