Las empresas sopesan operar en puertos internacionales durante la huelga de estibadores

Las empresas sopesan operar en puertos internacionales durante la huelga de estibadores

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Las empresas buscan puertos internacionales para eludir la huelga de estibadores

Las compañías que reciben o envían mercancías por vía marítima se preparan ante los paros anunciados a partir del 6 de marzo

1 marzo, 2017 00:00

El conflicto de la estiba no solo afecta a trabajadores y al sector portuario. Son muchas las empresas que dependen de este tráfico y ya han empezado a prepararse ante la huelga de estibadores convocada para el 6 de marzo y hasta el 26 de marzo por la aprobación del decreto que liberaliza el sector.

Acumular mercancía y operar en puertos internacionales son dos de las opciones favoritas por las compañías que reciben productos, ya sea para colocarlos en el mercado o introducirlos en la línea de producción. En cuanto a la exportación, algunas empresas concentran ya los envíos para avanzarse a los días de paros.

Cabe señalar que un 78% de las mercancías que entran en España lo hacen por vía marítima y un 57% de las que salen, también, según datos del Ministerio de Fomento. 

Productos frescos

Las más preocupadas son las empresas que trabajan con productos frescos. Fuentes de Mercabarna explican que las compañías que les provisionan de frutas y hortalizas son las que más temen la huelga. “No nos quedaremos desabastecidos”, aseguran. Sin embargo, la llegada de frutas exóticas o fuera de temporada (como sandía, melón, plátano y piña), puede verse afectada por los paros.

“Si se quedan un día en el puerto, pierden valor”, dicen fuentes del mercado mayorista de Barcelona. Algunas de sus empresas proveedoras contemplan alternativas para que esto no ocurra, como operar en puertos fuera de España “si ven que los paros provocan problemas reales y el producto se va a quedar en el barco”.

Esta estrategia les supondrá un aumento de gastos, ya que se tendrá que combinar el transporte marítimo con el terrestre, que cubrirá el recorrido hasta Barcelona. En cuanto a la carne y el pescado, que, sobre todo, se exportan, el problema no es tan acusado, ya que los productos se transportan congelados.

Servicios mínimos

El puerto de Valencia es uno de los que más producto mueve, alrededor de un 38% del total. Fuentes del sector en la ciudad confirman que muchas empresas ya acumulan mercancía: “Muchas no pueden permitirse un día de espera”. Esta tendencia empezó con el conflicto, aunque la proximidad de la huelga la intensifica.

Los servicios mínimos que planteó el ministerio dirigido por Íñigo de la Serna, ante el preaviso de huelga para los días 20, 22 y 24 de febrero, aseguraban al 100% la movilidad de los productos frescos. Los estibadores, aunque conscientes de la importancia de su trabajo, calificaban de “bestialidad” las medidas previstas por el Gobierno.

Esta vez, se prevé que el planteamiento sea el mismo, aunque los paros durarán tres semanas. “Si es así, no habrá ningún problema, pero que se cumplan o no los servicios mínimos ya es otra cosa”, indican fuentes del sector. Algunas empresas ya se han visto afectadas por la huelga encubierta que ha denunciado la patronal Anesco desde que empezó el conflicto, según voces de Mercabarna.

Días alternos

Otras empresas aseguran que los paros de los estibadores españoles no les supondrán ningún perjuicio. Es el caso de Mango, desde donde confían en que la empresa garantizará sus existencias, y que "buscará alternativas logísticas más eficientes por tierra, mar y aire". Su mercancía no es perecedera.

Mientras todo el sector está pendiente, la patronal y los sindicatos –liderados por el mayoritario, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM)– reprendieron el martes la negociación colectiva. En las terminales de los puertos, la situación es diversa.

La Autoridad Portuaria de Valencia asegura que “hace 10 días que el ritmo de productividad es un 30% inferior al habitual”. En Barcelona, en cambio, tanto fuentes del puerto como de empresas de estiba aseguran que la actividad se ha normalizado en vísperas de la huelga.