Moody's avisa de que el precio del crédito al consumo en España casi duplica la media de Europa
Este mayor coste contrasta con el precio de las hipotecas, que se asemeja al resto de la eurozona
6 octubre, 2016 09:10La agencia de calificación Moody's ha advertido de que el precio medio de los préstamos al consumo en España casi duplica al fijado en la eurozona, a pesar de que se ha abaratado desde 2014. El tipo medio de la cartera en titulizaciones recientes se ha situado en el 9,4% en junio, frente al 5,5% de media en los países que comparten el euro.
En la presentación de un informe sobre el mercado de titulaciones en España, el analista senior de Moody's Antonio Tena ha constatado que el precio del crédito al consumo alcanzaba el 10,4% en 2014 y el 9,7% en 2015, por lo que ha considerado que aún hay "recorrido" a la baja para abaratar este tipo de financiación. En cualquier caso, el experto de Moody's ha subrayado que la caída del coste del préstamo al consumo parece tocar "suelo" en los últimos meses.
Este mayor coste de financiación al consumo para los españoles contrasta con el precio de las hipotecas, que se asemeja al resto de la eurozona. Así pues, la diferencia en el tipo de los préstamos dependiendo de su finalidad sigue en aumento, puesto que la media de las carteras en titulaciones de préstamos para pymes oscila entre el 3% y el 4%, mientras que para las hipotecas no supera el 2%.
El fin de las prácticas de riesgo
La concesión de préstamos al consumo describe una tendencia creciente desde 2013, lo que ha generado un volumen del 40% en lo que va de año respecto a hace tres años. Ahora bien, Tena ha matizado que los nuevos créditos al consumo ahora suponen un tercio de la producción originada en los trimestres anteriores al estallido de la crisis (2007-2008).
Moodys espera además un "sólido comportamiento" crediticio para los nuevos préstamos al consumo, que se caracterizará por una mayor prudencia en la concesión y se traducirá, por tanto, en un menor nivel de fallidos. Tena ha explicado que los bancos asumían una política "agresiva" en los nuevos créditos al consumo en los años previos a la crisis, con prácticas de riesgo como la figura de intermediarios o reestructuraciones de deuda.