La vicepresidenta económica del Barça, Susana Monje, continúa sin pagar a sus trabajadores
Los sindicatos instan vía burofax a la cúpula a dar garantías sobre el plan de negocio de las filiales de Essentium
14 abril, 2016 23:23El grupo Essentium, matriz de la constructora Assignia presidido por la vicepresidenta económica del Barça, Susana Monje, mantiene otro mes los retrasos en el pago de las nóminas de los trabajadores. Cada día que pasa crece el nerviosismo de la plantilla, que ha decidido dar un paso inédito en un grupo muy poco sindicalizado. El comité de empresa ha solicitado el amparo de su central, CCOO, para exigir a la dirección del grupo un encuentro con los primeros espadas en el que se les garantice la continuidad de todas las líneas de negocio o, si fuera el caso, se empezaran a estudiar los escenarios alternativos.
Por ahora, la compañía está centrada en un proceso de desinversión para ganar liquidez. La familia Monje usará esos fondos para zanjar las deudas con los trabajadores. Fuentes cercanas a la dirección indican que como mínimo una de esas operaciones está en la fase final y se obtendrán recursos en breve para pagar a los empleados.
Petición por burofax
Las deudas dependen de cada filial. MCH aglutina los mayores retrasos, de casi cuatro pagas consecutivas, mientas que en Grupo Essentium SL, Alvartis, Acister, Assignia Industrial y Assignia Infraestructuras se deben abonar tres nóminas.
CCOO mandó un burofax a la alta dirección de la constructora para marcar una fecha para el encuentro. Los portavoces de Grupo Essentium manifestaron que a principios de semana se recibió el escrito y que existe la voluntad de hablar con el comité de empresa. Aún no se ha fijado un día en el calendario, pero se hará en breve.
Continuidad de las protestas
El sindicato, el único con representación en la constructora, quiere sentarse tanto con la familia Monje como el consejero delegado, Fernando Arboledas.
Mientras no se desbloquee esta línea de diálogo persistirán las protestas en la puerta de los centros de trabajo del grupo. La plantilla se queja durante una hora tres días a la semana por los retrasos en el pago de las nóminas acumulados.