La plantilla de Essentium niega los pactos con la vicepresidenta del Barça, Susana Monje

Crecen lo problemas para la familia Monje en Essentium, matriz de la constructora Assignia. El comité de empresa del grupo presidido por la vicepresidenta económica del FC Barcelona, Susana Monje, ha negado que haya llegado a un pacto con la dirección del grupo sobre los atrasos en abonar nóminas que existen en varias filiales del grupo.

Los portavoces de la compañía aseguraron a Crónica Global que gracias a la intervención del consejero delegado, Fernando Arboledas, se había pactado un calendario para afrontar los pagos pendientes que había finalizado el conflicto laboral en el grupo. “No hay ningún acuerdo”, manifiestan los representantes de los trabajadores.

El conflicto se congela en vacaciones

Van un paso más allá al afirmar que “aquellos compromisos que han alcanzado en el pasado siempre se han incumplido”, por lo que ponen en cuarentena las promesas de la dirección. Lo que sí reconocen es que se ha hablado con la cúpula de las “tensiones de tesorería” que se admite desde la dirección y se han suspendido los paros y protestas ante las puertas de las oficinas en Madrid previstos para los días 15, 16 y 22 de marzo a después de Semana Santa.

Prevén retomar la reivindicación si se mantienen los impagos. Fuentes cercanas a los Monje indican insisten en que se podrá pagar a los trabajadores porque se está en la etapa final de una desinversión en el extranjero que no han querido concretar que propiciará la entrada de liquidez en el grupo Essentium.

Sociedades afectadas

Los retrasos en el pago de nóminas varían según qué sociedad de la compañía se analice. Los que acumulan los mayores dilaciones son los trabajadores de MCH, aunque también hay problemas en Grupo Essentium SL, Alvartis, Acister, Assignia Industrial y Assignia Infraestructuras. Nadie cobró la paga extraordinaria de diciembre y están pendientes de abonar entre dos y cuatro mensualidades.

La plantilla de todas estas sociedades apoyan los actos de protestas. Los Monje tienen hasta después de las vacaciones de Semana Santa para resolver el conflicto laboral.